456
Itongadol/AJN.- Ayer varios israelíes fueron disparados y apuñalados en un autobús en Jerusalem, con tres muertos confirmados. Muchos otros quedaron en una condición crítica. Cuando tales eventos horribles ocurren es natural tratar de entenderlos y preguntar: “¿Por qué ocurrió esto?”
Mi familia se ha estado preguntado esto por generaciones. Pienso hacia atrás en el incendio de la casa de mis tátara tatarabuelos en 1929 durante los motines antijudíos en Hebron: 133 judíos fueron asesinados en una semana por atacantes árabes mientras estudiantes eran masacrados en una yeshiva. Estos ataques no ocurrieron en un vacío. Los medios locales árabes en el momento publicaron artículos inflamatorios y apuntaron contra los derechos de los judíos de rezar en el sitio de los Muro de los Lamentos en Jerusalem. Se distribuyeron volantes del “Comité de Luchadores Sagrados en Palestina”, los que decían que los judíos habían violado el honor del Islam. La Comisión de Investigación Palestina apoyada por el gobierno británico concluyó con que no había “excusa” ante la ola de asesinatos.
Pienso en 1936, cuando la casa de mis tatarabuelos en Jaffa fue prendida fuego por manifestantes árabes, lo que los forzó a huir a Tel Aviv. Pienso en 1939, cuando el primo de mi papá fue asesinado a los ocho años. Zalman Naeh recibió un disparo en la panza mientras viajaba en un autobús desde Tel Aviv a Jerusalem: fue la última víctima judía del terrorismo en el Mandato Palestino Británico antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué le dispararon? ¿Qué inició todos estos actos de terror? ¿Fue la “ocupación” israelí – que no existía en ese momento? ¿Fueron las políticas del primer ministro Benjamin Netanyahu aunque todavía no había nacido? ¿Fue la frustración sobre el proceso de paz? ¿O fue porque el pequeño Zalman era un judío y se atrevió a sentarse en un micro? Entonces díganme nuevamente, ¿por qué las personas del autobús de ayer fueron asesinadas?
El factor común de todos estos ataques a través de décadas es la presencia de judíos en la tierra de Israel y su derecho de autodeterminación. Esa es la raíz de los asesinatos. Sin embargo, esta simple razón ha sido ignorada curiosamente. Incluso el 29 de noviembre de 1947, el mismo día en el que las Naciones Unidas votaron a favor del Plan de Partición para crear Estados vecinos árabe y judío en el Mandato Británico de Palestina se dispararon tiros contra una ambulancia que llevaba a mi tía – una sobreviviente del Holocausto – a que dé a luz a mi primo. Entonces, como a hora, la misma presencia de los judíos en la tierra de Israel parece ser la causa de la violencia terrorista contra ellos.
Un mito en particular se ha mostrado continuo: la idea de que los judíos están intentando minimizar al Islam y a sus sitios sagrados en Jerusalem. Hemos escuchado la mentira de que “Al-Aqsa está en peligro” desde los años ’20 cuando el líder palestino Haj Amin Al-Hussein intentó poner a los manifestadores locales en contra de los judíos, incitándolos a asesinar. Él distribuía volantes que decían: “¡Oh árabes! No se olviden de que el judío es su peor enemigo y ha sido el enemigo de sus ancestros”.
El mes pasado el presidente palestino Mahmoud Abbas pidió a los judíos que no pusieran sus “pies sucios” sobre el Monte del Templo, nuevamente incitando a la violencia antijudía. Sin embargo, cuando los activistas palestinos usan este sitio sagrado como base temporal de la que atacar a los israelíes, con rocas, explosivos y petardos, son ellos los que profanan el lugar.
Aquellos que hacen comentarios de libelo sobre Israel y Al-Aqsa hoy en día ignoran el hecho de que 3.5 millones de musulmanes visitaron el lugar el año pasado, en comparación con los 200.000 cristianos y los 12.500 judíos. De hecho, Israel ha mantenido un status quo delicado desde 1967, cuando ganó nuevamente el control de la Ciudad Vieja de Jerusalem, y entregó nuevamente la administración de los sitios sagrados musulmanes a administradores islámicos conocidos como el Waqf.
Israel está determinado a no dejar que cambie el status quo y recientemente ha prohibido a los políticos visitar el lugar con el objetivo de calmar las tensiones. Pero últimamente lo que estamos viendo no es algo acerca de los derechos religiosos y la tierra. Es sobre el mismo tema viejo. Es el tema que las personas menos quieren discutir pero que más necesita ser discutido. La excusa podrá cambiar con el paso de los años. Pero la realidad es que, sea 1921, 1929, 1936 o 2015, los judíos están siendo asesinados solo por ser judíos.