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La Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel) desarticuló recientemente una serie de ataques terroristas de Hezbollah en el Estado Judío luego de que un grupo de árabes israelíes ayudara a contrabandear 20 kilos de explosivos de alta calidad al país.
Hoy ocho residentes de Nazareth y el pueblo Ghajar acusados de asistir en la infiltración de los explosivos por la Corte Suprema de Nazareth. Esta última aldea es muy difícil de controlar para las autoridades israelíes debido a su ubicación en la frontera con el Líbano.
Los 20 kilos de explosivos C-4 – cada kilogramo fue envuelto separadamente y podría haber sido usado para armar una bomba separada – fueron introducidos a Israel en una sola mochila por un número de residentes de Ghajar el 5 de junio. Ésta fue transferida unos días después a un residente de Nazareth, Abed Zombi – otro traficante de drogas conocido – quien la escondió en su patio, donde fue capturada por la Policía de Israel a mediados de julio.
“Los explosivos podrían haber sido usados contra cualquier tipo de objetivo adentro de Israel. Es solo la punta del iceberg de los esfuerzos de Hezbollah contra Israel. Tanto el intento de un ataque aquí como el atentado reciente de Bulgaria son llevados a cabo por la misma organización”, dijo un alto funcionario de la Shin Bet hoy.
También agregó que dicha operación – de infiltrar explosivos desde el Líbano a Israel – debe haber necesitado la aprobación del altos jefes de Hezbollah, incluyendo probablemente a su líder, Sheik Hassan Nasrallah.
El funcionario dijo que era posible que Hezbollah hubiese estado trabajando con otras personas para reclutar terroristas que luego llevarían a cabo los atentados terroristas. Hasta ahora no se ha arrestado a nadie que fuese a poner el plan en acción.
La Shin Bet decidió realizar los arrestos antes de que los explosivos lleguen a los terroristas suicidas. Hasta ahora no se conoce ni la identidad de los terroristas ni tampoco los objetivos donde iban a llevarse los atentados. La Agencia de Seguridad cree que Hezbollah planeaba llevar adelante una ola de atentados para vengar la muerte de Ymad Muranya, líder de la organización.