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Yossi Vardi, el padrino de la industria de alta tecnología de Israel, ha invertido en las últimas décadas y ayudado a construir cerca de 80 iniciativas empresariales – que van desde firmas de software y compañías celulares a empresas de tecnología de limpieza. Muchas de ellas las vendió a gigantes tecnológicos.
Posiblemente una de sus inversiones más amorosas fue el primer servicio de mensajería instantánea ICQ, comprado por AOL en 1998 (que lo convirtió en AOL Messenger). También participó en la creación de Answers.com, invirtió en las firma de soluciones de software Gteko (comprada por Microsoft en el 2006) y en el Proyecto Gifts (adquirido por eBay), en Airlink, Scopus, BrightCove y muchos otros.
Por momentos Vardi puede sonar poco serio, pero cuando habla sobre el tipo de empresas en las que invierte su dinero realmente lo dice en serio. Hay un par de cosas que ayudan al rápido crecimiento del sector tecnológico del país, pero para él, siempre ha sido sobre las personas. “Es un fenómeno cultural y espiritual, no uno tecnológico, ya que hay tecnología en todo el mundo. Todos los niños israelíes saben lo que les dirán sus madres: ‘Después de todo lo que hemos hecho por vos, ¿pedir por un Premio Nóbel es mucho?’”, dijo.
Dejando de lado los chistes, Vardi es muy específico sobre el criterio que lleva al éxito de los fundadores de iniciativas. “No soy un hombre sin título que lidia con personas el tercio de su edad y tres veces más inteligentes que él. Principalmente busco talento. No busco una idea porque no la voy a entender. No pertenezco a una demografía, soy un inmigrante digital, y ellos son nativos. Quiero que sean talentosos y buenos. Entonces ahí estoy interesado”, explicó.
Para ilustrar su punto recuerda a su hijo Arik. Cuando éste tenía 29 años, en 1997, él y sus tres amigos le pidieron a Yossi que invierta en su compañía Mibabliis. Arik no le explicó nada a su padre sobre su proyecto, simplemente le pidieron dinero. “Sabía que eran todos chicos muy talentosos, entonces les di un poco de plata y, bueno, el resto es historia”, recuerda Vardi.
Lo que quiere decir es que la pequeña empresa de Arik – el primer servicio de mensajería instantánea ICQ – se convirtió en un gran éxito. En pocos meses los israelíes vendieron la idea a AOL por $400 millones de dólares.
El cofundador de Mirabilis, Yair Goldfinger, dice que Yossi vio potencial en ellos. “Invirtió en personas pero no es un inversor financiero –él da una gran experiencia, tanto para el producto y la empresa, como para su red. Entrega un modo diferente de pensar a la mesa – y a veces es considerado loco”, dijo.
Ken Novack, que era el vice jefe de AOL en el momento de la compra de ICQ, está de acuerdo con esto: “Yossi es más grande que la vida, siempre se destaca entre la multitud y siempre está en el centro de ella, sea en Tel Aviv, Nueva York, Silicon Valley o Davos”.
A su manera también aconseja a los que inician nuevas empresas tecnológica: “Cuando la diosa fortuna toque su puerta mas les vale no estar en el baño. Deben ser persistentes, creer en ustedes mismos. Necesitan estamínea, necesitan saber cómo tomar un fracaso y entender que éstas son parte de hacer negocios. No se puede hacer una torta sin los ingredientes, es por eso que necesitan a la tecnología. Pero para hacer una buena torta se necesita un buen chef – y para eso están los buenos empresarios”.