El Movimiento Verde sugiere una nueva agenda económica que incluiría reemplazar el PBI por el IPG, aumentar impuestos a los productos que son perjudiciales para el medio ambiente, aumentar el impuesto a las ganancias y corporativas, y hacer una transición de energía renovable.
Las protestas de la ciudad han posicionado al sistema económico de Israel en el centro y frente del discurso público actual. Además del comité de expertos designado por el gobierno y el designado por los mismos manifestantes, parece que está emergiendo una solución de lugares inesperados: un New Deal ambiental.
Este es un programa ambicioso formulado por el Movimiento Verde Israelí, diseñado para dibujar una nueva, y verde, política para el Estado de Israel.
Los miembros del movimiento han recientemente puesto sus toques finales a la posición de un documento llamado “Un New Deal Verde para Israel”.
El documento adopta los puntos centrales de un proyecto titulado “Crecimiento Verde para Israel: La Economía del Mañana”, que está siendo formulado con la ayuda de economistas, medio ambientalistas y científicos sociales.
El programa se inspiró de proyectos similares que se llevaron a cabo en otros lugares del mundo basados en un programa de la ONU, el New Deal Verde Global, lanzado en marzo del 2009.
En la posición del grupo, los miembros demandan reformas comprehensivas en la política energética para que las transiciones de la producción de energía cambie a fuentes renovables, como viento, sol y agua. Ellos demandan que cada planta de energía futura esté basada solo en fuentes renovables para que eventualmente toda la electricidad de Israel sea generada por ellos, como en Noruega.
Según los activistas, la transición a energía renovable podría crear 30.000 nuevos trabajos en R&D, plantas de instalación y mantenimiento, y exportaciones de tecnología, además de cientos de miles de trabajos que podrían agregarse a la economía gracias a las inversiones en reciclado, purificación de agua, y la mejora de transportes públicos.
El movimiento también demanda el aumento de impuestos sobre productos que dañan el medio ambiente, como la gasolina, los autos viejos y grandes, y las piscinas privadas. Además, demandan una reducción de los impuestos en los productos que ayudan al medio ambiente, como piletas públicas, plantas de reciclaje y paneles solares.