Entre los miles de cables diplomáticos publicados ayer en el sitio web, aquellos de la embajada de Tel Aviv mostraron las visiones de la administración sobre altos políticos israelíes. La descripción de Netanyahu enviada a Washington un día antes de la jura de su gobierno en la Knesset se presentó de manera positiva.
“Al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le gustaría centralizar el control y mantiene su propio abogado, pero podría avanzar en el proceso de paz”. “El ministro del Interior, Eli Yishai, es un gran oponente del proceso de paz” y “el vice primer ministro, Moshe Ya’alon, es una figura controversial, la cual Netanyahu se arrepiente de haber llevado a Likud”. Estas son algunas de las descripciones de los diplomáticos de Estados Unidos en la embajada de Tel Aviv acerca de los líderes israelíes en los informes enviados a Washington en el 2009.
Cerca de 70.000 cables de las embajadas americanas de todo el mundo fueron publicados ayer en el sitio web WikiLeaks. Aunque la mayoría son secretos, incluyen una cantidad de información sobre el modo en el que los diplomáticos americanos veían a altos miembros del gobierno de Netanyahu durante el primer mes de su vuelta al poder.
Inmediatamente luego de su primer encuentro en la Casa Blanca en el 2009 hubo una tensión entre Netanyahu y el presidente americano Barack Obama, especialmente luego de la negativa del premier israelí a congelar la construcción de los asentamientos y aceptar el principio de dos estados para dos pueblos.
Sin embargo, la descripción de Netanyahu enviada a Washington el 1ero de abril, un día antes de la jura de su gobierno en la Knesset, se presentó de manera positiva, junto con predicciones optimistas sobre las intenciones de Netanyahu de avanzar con el proceso de paz.
En un cable titulado como “sensible” pero no “secreto”, se lo describe a Netanyahu como parte de la centro derecha de la escena política de Israel. Pero él prefiere el pragmatismo antes de la ideología en la mayoría de los casos.
“En el proceso de paz está manteniendo todas las opciones abiertas sobre una solución de dos estados, y podría estar dispuesto a avanzar en el proceso significativamente siempre y cuando no se lo fuerce a reconocer públicamente el tamaño de dicho progreso”, leía el cable.
Los diplomáticos esperaban que Netanyahu “cuente fuertemente con sus habilidades en las negociaciones políticas para mantener el flanco correcto en el exterior mientras que coopere tranquilamente (y tal vez lentamente) con la agenda del proceso de paz, la cual entiende que es crítica para las relaciones de Israel con Estados Unidos”. Los autores citaron el discurso final de Netanyahu en la Knesset (parlamento israelí) mientras que Ehud Olmert todavía era primer ministro, en la que declaró su voluntad de hacer “concesiones generosas” para alcanzar la paz con los palestinos.
Todavía no queda claro cuál fue la fuente de esas evaluaciones optimistas, especialmente en vista de los comentarios de Netanyahu durante un encuentro con el embajador James Cunningham cuatro meses antes. Ahí, Netanyahu rechazó la idea de negociar permanentemente los asentamientos y solo expresó su apoyo a la “paz económica”.