A casi un año desde que un terremoto golpeó Haití y mató al menos a 200.000 personas reduciendo a escombros la ciudad de Puerto Príncipe, las autoridades de la nación están intentando contener un nuevo desastre.
En el último mes cerca de 1.200 haitianos murieron en un brote de cólera mientras otros miles tienen que seguir están bajo supervisión médica en los hospitales.
Las organizaciones humanitarias internacionales, incluyendo grupos israelíes y judíos, se lanzaron a la acción para ayudar a la ONU a mantener bajo control la situación.
Ayer, la clínica IsraAID en Leogane, un pueblo ubicado a 30 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, abrió una instalación apuntada al tratamiento de cólera.
Desde el anuncio del hospital israelí, el staff canadiense y local ha estado preparándose por los pacientes agregando docenas de camas y cubriendo el stock de medicinas.
“Hay un gran auditorio detrás de nuestra clínica que hemos limpiado y llenado de camas. El mayor centro médico del área es una instalación cercana de Médicos sin Fronteras, pero los funcionarios de la ONU que nos visitaron estuvieron impresionados por nuestro trabajo y nos designaron un segundo centro de tratamiento en el área”, dijo Shachar Sabih, jefe de IsraAID.
Desde que abrió en septiembre, el centro IsraAID-Tevel, que está fundado por la Federación UJA de Greater Toronto, trató a cientos de pacientes de varias enfermedades.
Mientras tanto, el Comité de Distribución Conjunta Judío Americana (JDC por sus siglas en inglés) dijo que su programa de ayuda estaba avanzando como siempre, a pesar de la inestabilidad que trajo la epidemia.
“Estamos llevando a cabo un número de proyectos con las nueve clínicas que trabajan con el staff local, que es muy importante. Estamos trayendo provisiones, bolsas de intravenosa, soluciones salinas, para rehidratar a la gente. Además, estamos mandando antibióticos con el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí”, dijo Judy Amit, la directora del desarrollo internacional de JDC.
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