A través de un comunicado, la Santa Sede sostuvo que la decisión de beatificar a Pío XII no debe ser un obstáculo para el diálogo entre los judíos y la Iglesia Católica, e insistió en que el Papa Benedicto XVI tiene sentimientos de amistad y respeto por la comunidad judía.
El diario Haaretz informó en su sitio web que con esta declaración, el Vaticano buscó contener la indignación provocada entre muchos grupos de judíos después de que Benedicto XVI firmó un decreto sobre las virtudes de Pío.
El decreto significa que Pío puede ser beatificado -el primer gran paso hacia la santidad- una vez que un milagro atribuido a su intercesión sea reconocido.
Además, el Vaticano subrayó que al abrir la vía para la beatificación de Pío XII, Benedicto XVI valoró la fe cristiana del Papa y no las "opciones operativas" de un creyente.
La evaluación previa de esta decisión "se refiere esencialmente al testimonio de vida cristiana de la persona (…) y no a la evaluación del alcance histórico de todas sus opciones operativas", sostuvo el portavoz papal, Federico Lombardi, a través de un comunicado de prensa.
Benedicto XVI reconoció el pasado sábado las "virtudes heroicas" de Pío XII y le confirió el estatuto de "venerable", última etapa antes de la beatificación. Pío XII fue sumo pontífice de la Iglesia católica de 1939 a 1958.
GB
173