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Jules Schelvis, de 88 años de edad, es uno de los muchos parientes de las víctimas que se han sumado al juicio como parte actora según lo permite el derecho alemán.
Dijo ante el tribunal de Munich que perdió 18 parientes, entre ellos su esposa Raquel, en el campo en la Polonia ocupada por el régimen nazi.
Demjanjuk, un ex soldado del ejército Rojo de la Unión Soviética, está acusado con 27900 cargos de asesinato accesorio por sus supuestas actividades como guardia de Sobibor, por las cuales los fiscales acusan que ha sido voluntario en la SS luego de ser capturado por los alemanes en 1942.
Padeciendo de enfermedad de médula ósea, Demjanjuk fue llevado al tribunal en una camilla y se mantuvo acostado con los ojos cerrados durante la sesión del martes, que contó con la declaración de Schelvis.
Durante la sesión de la mañana, Schelvis recordó haber abordado el último vagón de un tren de 50 vagones con destino a Sobibor desde el campo de tránsito de Westerbork.
“No había espacio para sentarse”, en el vagón, con 62 personas dentro, dijo Schelvis. Contó que no había asientos, sólo dos recipientes. Uno con agua y otro vacío, que se usaba como baño. Los ocupantes se amontonaban para que los ancianos y enfermos pudieran sentarse.
También recordó que llevó consigo una guitarra que había cargado cuando él y más de 3 mil personas fueron reunidas unos días antes en el distrito judío de Ámsterdam, e indicó que “hice todo pensando que nos iban a llevar a trabajar, sino no hubiera llevado una guitarra”.
“No nos dijeron nada sobre nuestro destino, sólo debíamos subir abordo”.
Según indica el diario israelí The Jerusalem Post, Demjanjuk fue deportado de Estados Unidos en mayo, niega haber servido alguna vez como guardia.
Dijo ante el tribunal de Munich que perdió 18 parientes, entre ellos su esposa Raquel, en el campo en la Polonia ocupada por el régimen nazi.
Demjanjuk, un ex soldado del ejército Rojo de la Unión Soviética, está acusado con 27900 cargos de asesinato accesorio por sus supuestas actividades como guardia de Sobibor, por las cuales los fiscales acusan que ha sido voluntario en la SS luego de ser capturado por los alemanes en 1942.
Padeciendo de enfermedad de médula ósea, Demjanjuk fue llevado al tribunal en una camilla y se mantuvo acostado con los ojos cerrados durante la sesión del martes, que contó con la declaración de Schelvis.
Durante la sesión de la mañana, Schelvis recordó haber abordado el último vagón de un tren de 50 vagones con destino a Sobibor desde el campo de tránsito de Westerbork.
“No había espacio para sentarse”, en el vagón, con 62 personas dentro, dijo Schelvis. Contó que no había asientos, sólo dos recipientes. Uno con agua y otro vacío, que se usaba como baño. Los ocupantes se amontonaban para que los ancianos y enfermos pudieran sentarse.
También recordó que llevó consigo una guitarra que había cargado cuando él y más de 3 mil personas fueron reunidas unos días antes en el distrito judío de Ámsterdam, e indicó que “hice todo pensando que nos iban a llevar a trabajar, sino no hubiera llevado una guitarra”.
“No nos dijeron nada sobre nuestro destino, sólo debíamos subir abordo”.
Según indica el diario israelí The Jerusalem Post, Demjanjuk fue deportado de Estados Unidos en mayo, niega haber servido alguna vez como guardia.
GL