Itongadol/AJN.- En una entrevista con la Agencia AJN, Itzhak Shefi, quien fuera embajador el 17 de marzo de 1992, relata los primeros momentos del atentado y cómo salvó su vida.
“Fue destruido mi templo, que es lo que sentí por la embajada. Este edificio que antes era un palacete empapado de historia, por ahí pasaron los grandes líderes del Israel moderno, del Israel independiente, desde David Ben-Gurión, pasando por Menachem Begin, Golda Meir y muchos más. Así que este templo mío, tal como yo lo veo, fue destruido no en Tisha B’Av sino el 17 de marzo, y eso es lo que yo siento en este día”, manifestó.
“Cuando tengo la oportunidad de hablar en público o de dialogar, siempre digo, hay que apresurarse y atrapar a los que cometieron el asesinato, porque si no, esto puede repetirse. Y de cierta manera me siento incómodo con esta predicción mía, porque yo predije que eso iba a pasar en la AMIA, pero lo dije sin saber realmente”, agregó.
Se cumplen hoy 33 años del atentado a la Embajada de Israel en la Argentina, el primero de los dos ataques terroristas que sufrió el país en la década del ’90.
Ocurrió el martes 17 de marzo de 1992 a las 14.47 (hora local) cuando una camioneta Ford F-100 conducida por un suicida y cargada con una mezcla de hexógeno y pentrita estalló frente a una de las puertas de la casona donde funcionaba la legación, situada en Arroyo 910, casi Suipacha.
El vehículo fue comprado con dólares estadounidenses que tenían marcas características de las casas de cambio de Biblos, en El Líbano.
El atentado provocó la destrucción de la embajada y daños a una iglesia católica y una escuela ubicada en un edificio cercano, entre otros. Como consecuencia del ataque murieron 29 personas, 22 de ellas identificadas, y otras 242 resultaron heridas.
La entrevista al embajador Shefi fue realizada durante el 20° aniversario del ataque terrorista, en ocasión de su visita a la Argentina.