Itongadol.- Vicky Cohen, madre del rehén Nimrod Cohen; Ella Ben Ami, hija del rehén Ohad Ben Ami y del rehén liberado Raz Ben Ami; y Ayelet Samerano, cuyo hijo Yonatan Samerano fue asesinado el 7 de octubre, tras lo cual su cuerpo fue trasladado a Gaza por un trabajador social del OOPS, hablan en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv sobre la necesidad de llevar a cabo todas las fases del acuerdo de alto el fuego para traer a casa a los 94 rehenes restantes.
«Yo también, como madre, quiero abrazar a mi hijo que fue enviado a proteger la frontera», dice Cohen, cuyo hijo fue secuestrado en la base militar de Nahal Oz el 7 de octubre y no está en la lista de 33 rehenes que se espera sean liberados en la primera etapa del acuerdo. «Los funcionarios dicen que cualquier fin del acuerdo es una sentencia de muerte para los que quedan en Gaza. Estamos agotados de este viaje que comenzó el 7 de octubre y necesitamos terminarlo y pasar a rehabilitarnos».
Ella Ben Ami, cuyo padre, Ohad Ben Ami, figura en la lista de 33 rehenes que serán liberados a lo largo de la primera fase del acuerdo, afirma que la alegría que experimentó todo Israel el domingo pasado cuando fueron liberadas las tres rehenes femeninas es algo que todas las familias necesitan experimentar.
«Desde que capturaron a mis padres y arruinaron mi vida aún no he ido a terapia», dice Ben Ami. «Siento que lo abriré todo y no seré capaz de resolverlo». Añade que un terapeuta le dijo hace poco que se enfrentará a todo ello una vez que su padre sea puesto en libertad.
Ayelet Samerano habla de la madre de Oron Shaul, que finalmente pudo enterrar a su hijo soldado, más de una década después de que fuera asesinado.
«No le deseo a ninguna madre esta sensación de incertidumbre ni un solo día», dice Samerano. «Cada minuto nos parece eterno. Soñamos con los momentos que las madres de Romi, Doron y Emily vivieron el domingo.»
Samerano le dice al presidente estadounidense Trump y a la ONU que han estado haciendo un gran trabajo. «No se detengan», les dice. «Continúen y hagan lo que puedan para traer al último a casa».