Itongadol.- La ONG de derechos humanos Reprieve anunció que Arabia Saudita ejecutó a 330 personas este año, alcanzando la cifra más alta en décadas, a pesar de que el gobernante de facto Mohammed bin Salman afirmó en 2022 que la pena de muerte había sido eliminada excepto para casos de asesinato.
El país está gastando miles de millones de dólares para transformar su reputación de estrictas restricciones religiosas y abusos de los derechos humanos en la de un centro de turismo y entretenimiento, en el marco del plan Visión 2030 lanzado por el príncipe heredero.
Sin embargo, las 330 ejecuciones suponen un salto del 92% en comparación a las 172 del año pasado. Previamente, en 2022, Reprieve registró 196 ejecuciones, siendo el número más alto jamás registrado hasta ese momento.
‘‘Esta reforma está construida sobre un castillo de naipes que se construye sobre cifras récord de ejecuciones’’, advirtió Jeed Basyouni, que trabaja con Reprieve.
Más de 150 personas fueron ejecutadas por delitos no letales este año, según el recuento, que los grupos de derechos humanos aseguran que es contrario al derecho internacional.