Itongadol.- En Teherán se está desarrollando un «juego de culpas», según un oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC, por sus siglas en inglés) el martes, tras el colapso del régimen de Assad y la aparente desintegración del eje regional de Irán destinado a expandir su influencia en Oriente Medio.
Un funcionario iraní declaró al diario británico Telegraph que nadie preveía que Assad huyera de Siria tras una década de esfuerzos por mantenerlo en el poder. Esto no se debía a que Assad fuera especialmente querido en Teherán, sino a que su régimen proporcionaba a Irán proximidad a Hezbolá y a la frontera israelí.
Irán había invertido miles de millones de dólares en apuntalar el régimen de Assad tras intervenir en la guerra civil siria. Sin embargo, Assad huyó del país poco antes de que los rebeldes llegaran a Damasco, tras su sorpresivo levantamiento, que comenzó después de que entrara en vigor un alto el fuego entre Israel y Hezbolá, el principal apoderado de Irán.
El funcionario, en declaraciones al Telegraph, dijo que Irán necesitaba operativos sobre el terreno para recibir armas, pero que esas personas habían muerto o habían escapado. Ahora, Teherán se esfuerza por comprender el desarrollo de la crisis y evaluar sus posibles riesgos para los intereses generales de Irán.
Al parecer, se está culpando a Esmail Qaani, comandante de la Fuerza Quds del CGRI, por permitir la disolución del ejército sirio. Sin embargo, nadie se atreve a enfrentarse directamente a él. «No hizo nada para impedir la desintegración de los intereses de Irán», dijo el funcionario, añadiendo que los aliados de Irán habían caído uno tras otro bajo la vigilancia de Qaani. Advirtió que se avecinan días aún más oscuros.
Se espera que el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, se refiera a los acontecimientos el miércoles. Su oficina ha indicado que Irán espera mantener relaciones «amistosas» con Siria.
Sin embargo, entre bastidores, Teherán está sumido en la confusión. Los rumores sugieren que Qaani podría ser sustituido. Tras el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a manos de Israel en septiembre, Qaani desapareció de la escena pública durante un tiempo, en medio de especulaciones de que estaba siendo investigado. El responsable del CGRI reveló que Jamenei había convocado a altos mandos en varias ocasiones en los últimos días ante el avance de los rebeldes sirios, lo que dio lugar a acaloradas discusiones sobre la forma en que Irán debía dirigirse a sus partidarios.