Itongadol.- Los bomberos lucharon a primera hora del martes contra las llamas en el norte de Israel, que seguían causando estragos tras haber sido provocadas el día anterior por cohetes y aviones teledirigidos lanzados por Hezbollah desde el Líbano. Por la mañana, la mayoría de los incendios ya estaban bajo control.
Los Servicios de Rescate y Extinción de Incendios de Israel informaron durante la noche de que más de 30 dotaciones de bomberos estaban trabajando para extinguir los incendios, que provocaron el cierre de varias carreteras importantes en la zona de Galilea.
Una declaración del departamento de bomberos subrayó que no había ninguna amenaza para las vidas o los hogares en el momento, al tiempo que añade que estaba «trabajando duro para proteger a las comunidades y la propiedad.»
En Kiryat Shmona, los bomberos se extendieron por toda la ciudad, en su mayor parte evacuada, para controlar las llamas y evitar que alcanzaran las viviendas. El servicio de bomberos dijo anteriormente que varios patios, pérgolas y el tejado de al menos una vivienda estaban en llamas.
En el kibutz Kfar Giladi, al norte de la ciudad, imágenes de vídeo compartidas en las redes sociales mostraban a un equipo de seguridad local luchando contra las llamas que invadían la comunidad.
También se declararon incendios en las zonas del monte Adir y Amiad, donde los bomberos informaron de que su principal objetivo era evitar que las llamas saltaran al moshav de Kahal.
El servicio de bomberos declaró que las llamas habían hecho estragos desde el lunes por la tarde, al tiempo que señalaba la intensa ola de calor que cubría la zona.
Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron de que estaban colaborando en las labores de extinción y añadieron que seis reservistas heridos leves por inhalación de humo habían sido trasladados a un hospital.
El Centro Médico Ziv de Safed informó de que había atendido a cinco ciudadanos que también resultaron heridos leves por inhalación de humo.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu emitió un comunicado en el que afirmaba que el primer ministro había mantenido una reunión de evaluación con altos funcionarios de seguridad «sobre la evolución de la situación en el norte de Israel» y había recibido información actualizada sobre las labores de extinción de incendios.
El martes por la mañana, el servicio de bomberos declaró que la mayoría de las llamas estaban controladas, incluido el incendio cerca de Amiad, que quemó unos 4.000 dunams (casi 990 acres).
El comunicado añadió que los bomberos impidieron que los incendios de Kfar Giladi y Kiryat Shmona se propagaran a las viviendas de esas zonas.
Los bomberos también dijeron que seguían luchando para controlar un incendio declarado el día anterior en Keren Naftali.
Los incendios se produjeron en medio de la intensificación de las escaramuzas transfronterizas entre Israel y Hezbollah, con el grupo terrorista respaldado por Irán disparando numerosas andanadas contra Galilea y los Altos del Golán en los últimos días. Según la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel, una serie de ataques con cohetes y drones provocaron el domingo incendios de matorrales que consumieron 10.000 dunams (más de 2.470 acres) de follaje en zonas abiertas, incluidas reservas naturales.
Desde el 8 de octubre, las fuerzas dirigidas por Hezbollah han atacado casi a diario comunidades y puestos militares israelíes a lo largo de la frontera, y el grupo afirma que lo hace para apoyar a Gaza en medio de la guerra.
Hasta la fecha, las escaramuzas en la frontera se han saldado con 10 civiles muertos en el lado israelí y 14 soldados y reservistas de las IDF muertos. También se han producido varios ataques desde Siria, sin heridos.
Hezbollah ha dado el nombre de 328 miembros que han muerto a manos de Israel durante las escaramuzas en curso, la mayoría en Líbano, pero algunos también en Siria. En Líbano han muerto otros 62 agentes de otros grupos terroristas, un soldado libanés y decenas de civiles.
Israel se ha mostrado abierto a una solución diplomática del conflicto, pero ha amenazado con ir a la guerra contra Hezbollah para restablecer la seguridad en el norte de Israel, donde hay decenas de miles de civiles desplazados.