Itongadol.- El ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, advirtió el viernes a su homólogo sueco, Tobias Billström, de que la quema prevista de un libro de la Torá frente a la embajada de Israel en Estocolmo perjudicará las relaciones entre ambos países.
Las autoridades suecas han sido objeto de críticas en las últimas semanas por aprobar repetidamente diversos actos de protesta en los que se han profanado libros sagrados, en particular coranes. Estos actos han provocado airadas reacciones en todo el mundo musulmán. Suecia ha declarado que, aunque no aprueba estos actos, considera sacrosantas la libertad de expresión y de protesta.
En una declaración el viernes, Cohen dijo estar «horrorizado por la amenaza adicional de quemar un libro de la Torá en Suecia», e instó a poner fin a las amenazas de dañar libros sagrados.
«Hablé con mi amigo el ministro sueco de Asuntos Exteriores y le dejé claro que esperamos que el gobierno sueco impida hechos como éste, que pueden dañar las relaciones entre nuestros países», añadió.
Billström dijo a Cohen que tales actos contravenían los valores suecos y que estudiaría cambios constitucionales que pudieran impedir tales incidentes, informó el sitio de noticias Ynet.
La policía sueca aprobó el jueves la petición de una mujer de 50 años de prender fuego a un libro de la Torá ante la embajada en Estocolmo al día siguiente a mediodía, aparentemente para protestar por las violaciones de los derechos de los niños. No estaba claro por qué la protesta iba dirigida contra el Antiguo Testamento.
El ministro de Aliyah e Integración, Ofir Sofer, también fustigó el «vergonzoso acontecimiento que rebaja el valor del más sagrado de los libros y hiere de muerte a los judíos de todo el mundo».
A principios de este mes, la policía aprobó un plan anterior, que también suscitó reacciones negativas en Israel y entre los judíos europeos.
El organismo, compuesto por 57 miembros, se reunió en su sede de Yedda para responder al incidente, durante el cual un ciudadano iraquí residente en Suecia, Salwan Momika, de 37 años, pisoteó el libro sagrado islámico, llenó algunas páginas de tocino y prendió fuego a varias otras.
«La quema del Corán, o de cualquier otro texto sagrado, es un acto ofensivo e irrespetuoso y una clara provocación. Las expresiones de racismo, xenofobia y formas conexas de intolerancia no tienen cabida en Suecia ni en Europa», declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores sueco.
Al mismo tiempo, el ministerio añadió que Suecia tiene un «derecho constitucionalmente protegido a la libertad de reunión, expresión y manifestación».
Las autoridades dijeron más tarde que habían abierto una investigación por «agitación contra un grupo étnico», señalando que Momika había quemado páginas del libro sagrado islámico muy cerca de la mayor mezquita de Estocolmo.