Itongadol.- El fanatismo es una actitud que se manifiesta exageradamente, de forma desmedida, irracional y tenaz. A través de ese mecanismo pueden defenderse entre otros, ideas, teorías, culturas, o estilos de vida.
Resulta imperativo advertir la presencia de este modo comunicacional que entorpece los valores fundamentales del sistema democrático al bloquear toda posibilidad de diálogo y de intercambio de pareceres. Caminan de la mano del temor y de la anulación del pensamiento autónomo y crítico. De ese modo, se obstaculiza la capacidad de generar consensos y nuevas ideas.
En términos sociales, observamos con estupor que circulan en el mundo idearios de enfrentamiento con las características descriptas más arriba: presencia de grupos neonazis que reivindican los horrores de la Shoá y extremistas que no admiten otra verdad que la propia.
Desde la DAIA apelamos a desnaturalizar las prácticas sociales que promuevan la aniquilación o la exclusión como horizonte. El pueblo judío conoce lo que significa la opresión, el marcaje y la construcción negativa del otro.
Propongo, pues, que día a día trabajemos codo a codo en la prevención del odio y la multiplicación de personajes e idearios estimulados por la violencia.
*El autor de la nota es el Director ejecutivo de la DAIA.