AJN/Itongadol.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, decidió el lunes por la tarde nombrar a Galit Distal Atbaryan, del Likud, para el cargo de ministra de Diplomacia Pública.
Distal Atbaryan, quien la semana pasada prestó juramento como ministra en la Oficina del Primer Ministro, dará paso a que May Golan, del Likud, sea nombrada para el puesto en su lugar.
«Vi las imágenes difíciles en la manifestación de izquierda que comparó al ministro de Justicia con los líderes de los nazis», señaló ayer el premier israelí luego de que miles de personas acudieran el sábado por la noche a protestar en Tel Aviv contra el nuevo gobierno, después de que Yariv Levin develara sus planes para revisar el sistema judicial. Los ciudadanos también se opusieron a los planes de Netanyahu de ampliar las poblaciones en la Margen Occidental.
«Es una incitación salvaje, que no fue condenada por la oposición, ni por los principales medios de comunicación. Exijo que todos detengan esto de inmediato», agregó.
Según los organizadores, más de 10.000 manifestantes se reunieron en la plaza Habima de la ciudad costera. La protesta estuvo encabezada por diputados de izquierda -árabes y judíos- de la Knesset, el Parlamento israelí.
Algunos manifestantes, afiliados al grupo Standing Together y otras organizaciones, marcharon hacia el Museo de Arte y celebraron una concentración. Otros organizaron una marcha de antorchas por las calles de la ciudad.
El miércoles, Levin anunció un controvertido paquete de reformas legales que limitaría drásticamente la autoridad del Tribunal Superior de Justicia para bloquear la legislación y las decisiones gubernamentales consideradas discriminatorias y/o antidemocráticas, daría al gobierno el control sobre la selección judicial y eliminaría a los asesores jurídicos ministeriales nombrados por el fiscal general.
Los acuerdos de coalición firmados antes de la toma de posesión del nuevo gobierno exigen una legislación que les permita a los proveedores de servicios negarse a prestarlos por sus creencias religiosas.
Varios diputados asistieron a la manifestación, entre ellos Merav Michaeli y Gilad Kariv, del partido Laborista, de centroizquierda, así como Aymen Odeh, presidente de la alianza Hadash-Ta’al, de mayoría árabe. La ex ministra Tzipi Livni también asistió y pronunció un discurso.
Netanyahu, de 73 años, ya ocupó el cargo de primer ministro durante más tiempo que nadie en la historia de Israel, dirigiendo el país de 1996 a 1999 y de 2009 a 2021.
Las afirmaciones de que las reformas judiciales del ministro de Justicia son el «fin de la democracia» son «infundadas» y la reforma se llevará a cabo de forma «responsable» y sensata, expresó el primer ministro al comienzo de la reunión semanal de su gobierno, el domingo por la mañana.
Además, Netanyahu citó al ex primer ministro y líder de la oposición, Yair Lapid, diciendo que en 2014 hubo una «toma hostil» por la «escuela de activistas judiciales» sobre el «discurso político y el ámbito de toma de decisiones de Israel», así como comentarios del ex ministro de Justicia, Gideon Sa’ar, del mismo año, quien dijo que «la última palabra debe ser de la Knesset (Parlamento) ya que representa al pueblo».
Según Netanyahu, «lo cierto es que el equilibrio entre los poderes de Israel se violó en las dos últimas décadas, especialmente en los últimos años. Se trata de un fenómeno insólito que no se da en ningún otro lugar del mundo: ni en Estados Unidos, ni en Europa Occidental, ni en los primeros 50 años de existencia de Israel.»
El primer ministro agregó que «el intento de devolver el equilibrio correcto entre los poderes del Estado no es la destrucción, sino el fortalecimiento de la democracia. Por lo tanto, no hay duda de que hay que hacerlo con responsabilidad y sensatez, y eso es lo que haremos».
«La reforma que presentó el ministro de Justicia será debatida en profundidad y de forma seria en el Comité de Constitución de la Knesset, en el que se escucharán todas las opiniones, sin excepciones. Ese es el foro apropiado, natural y legal para este debate en profundidad», concluyó Netanyahu.
En el pasado se había mostrado contrario a reformas similares, pero en los últimos años su actitud hacia el sistema judicial cambió y se volvió mucho más crítica.
Muchos sostienen que el cambio de actitud de Netanyahu tuvo que ver con la acusación que recibió hace dos años por soborno, fraude y abuso de confianza, que sigue diciendo que fue un intento calculado de la Justicia para derribarlo.