El atentado de esta mañana se produjo en un sector situado en territorio palestino, no lejos de la localidad cisjordana de Yenín. El pasado 10 de abril se produjo en la misma zona otro atentado suicida contra un autobús.
Según la Policía, entre los muertos figuran los autores del atentado, uno o dos palestinos. La Jihad islámica ha reivindicado la autoría del ataque.
Soldados entre los pasajeros
Un comunicado de la policía confirma que se trata de un coche bomba contra un autobús número línea 830 y de la compañía Eged, que estaba lleno de pasajeros y entre ellos había muchos soldados con armas lo que, según se cree, facilitó la continuación de las explosiones en el interior del autocar, que ha quedado completamente destruido.
Las últimas informaciones señalan que se trata de un coche con «matrícula amarilla», es decir, israelí.
El autobús salió de Tel-Aviv, en la costa mediterránea, hacia Tiberíades, y 40 minutos después del atentado continuaba ardiendo, lo que dificultó las labores de rescate.
Nada más conocer la noticia, un alto responsable israelí ha acusado al presidente de la ANP, Yasir Arafat, de «animar a las organizaciones terroristas a seguir cometiendo atentados». A pesar de ello, la ANP ha condenado el atentado.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, se ha reunido con el Gabinete de Seguridad para estudiar la respuesta al atentado perpetrado hoy contra un autobús en el norte de Israel, un suceso que ha desplazado de la agenda al análisis de la escalada de violencia en la frontera norte de Israel con el Líbano, donde actúa la guerrilla libanesa de Hizbulá.
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