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Los hospitales locales informaron que tres de los heridos se encontraban en condiciones críticas y otros 10 sufrían lesiones serias.
Testigos dijeron que algunos pasajeros estaban atrapados vivos dentro del autobús, reportó la agencia AP.
El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, convocó a su Gabinete de seguridad para estudiar una respuesta al ataque.
El auto bomba fue el peor ataque desde el fin de la operación «Escudo Defensivo» en abril, una campaña militar que Israel desplegó en la Ribera Occidental. La ofensiva estaba destinada a desmantelar lo que Israel calificó como «infraestructura terrorista» en esa zona.