Agencia AJN.- La Agencia AJN presenta este documento con el audio de las declaraciones del juez federal Daniel Rafecas en el salón Dorado de la sede de Pilar de la Sociedad Hebraica Argentina, en una mesa moderada por el director de la Agencia Judía de Noticias, Daniel Berliner, el sábado 26 de marzo de 2011, por las cuales el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, Claudio Bonadio, le remitió un interrogatorio con ocho preguntas en el marco de la causa por encubrimiento por favorecimiento personal agravado de los iraníes acusados como autores ideológicos del atentado a la AMIA, impedimento o estorbo del acto funcional a través del inconstitucional Memorándum de Entendimiento con el país persa e incumplimiento de los deberes de funcionario público, iniciada tras la denuncia que efectuara el entonces titular de la Unidad Fiscal de Investigación de ese ataque terrorista, Alberto Nisman, cuatro días antes de aparecer muerto en su departamento, el 18 de enero de 2015.
Se trató de una mesa-redonda sobre el antisemitismo en la última dictadura militar que también contó con la presencia de la sobreviviente de la Shoá y Madre de Plaza de Mayo Sara Rus.
“Hace un par de años me tocó atender una denuncia penal por unos desmanes y actos realizados por una organización social medio desconocida, creo que frente a la Embajada de Israel”, contó el magistrado en esa ocasión.
“Se había identificado a por lo menos una docena de personas y me puse a investigar a fondo quiénes eran”, para lo cual los “hice venir a todos a declarar al Juzgado” Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 3, a su cargo, prosiguió.
En las indagatorias, el juez advirtió que “era gente que vivía en el segundo cordón de la Provincia de Buenos Aires, apenas podía leer y escribir, no tenía la menor idea de dónde está ‘Palestina’ ni qué pasaba con Israel, y en su vida había visto una estrella de David”.
Algunos de los imputados declararon haber sido llevados allí “por un abogado o un militante” y “todo indicaba que había sido por dinero”, precisó Rafecas, quien puntualizó que al menos en una oportunidad hubo “en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, donde trabajo, personas repartiendo” plata a otras para “insultar al Estado de Israel y solidarizarse con ‘Palestina’”.
Ello “fue filmado y lo vi”, enfatizó quien enseguida aseguró estar “convencido de que desde la Embajada de Irán se financia con mucho dinero a muchas agrupaciones, y (el imputado ex dirigente kirchnerista Luis) D’Elía no es ajeno a ello”.
“Seguramente, a cambio de dinero este señor empieza a hablar en contra sin tener mucha idea, ni tampoco calibrar la marginación política que sufrió, a partir de ese gesto, de buena parte de la clase política”, agregó el juez, en referencia a su participación en manifestaciones antiisraelíes.
A su turno, Rus recordó que tras el viaje de D’Elía a Irán y su encuentro con el entonces presidente, Mahmoud Ahmadinejad, “le escribí una nota, preguntándole si se atrevía a hablar conmigo porque está negando el Holocausto y a la gente que sobrevivió a la guerra”.
En respuesta a una solicitud de Luis Czyzewski y Mario Averbuch, padres de dos víctimas del atentado y querellantes, Bonadio le pidió a Rafecas que ratifique sus dichos e indique cómo tuvo conocimiento de esa circunstancia, cuáles son esas “agrupaciones” y si D\’Elía o la suya fueron beneficiados por esa legación diplomática, todo lo cual responderá en estos días por escrito, una facultad que le otorga el Código Procesal Penal de la Nación a los altos funcionarios en ejercicio.
La citación como testigo es una verdadera paradoja, ya que precisamente este juez fue el que rechazó el escrito de Nisman y ordenó archivar la causa, que así permaneció casi dos años, hasta que a fines del año pasado la Cámara de Casación Penal, a instancias de la DAIA, ordenó abrirla y lo apartó de la misma.
Claro que Bonadio no lo llamó por su polémica actuación en este expediente, que le valió un pedido de juicio político por mal desempeño.