Itongadol/AJN.-Un estudio de la Universidad Hebrea sugiere que la desalinización puede aumentar drásticamente la prevalencia de la inadecuada ingesta de yodo. Se calcula que 300 millones de personas en todo el mundo dependen de más de 17.000 plantas de desalinización en 150 países para el agua, y los números son propensos a crecer.
"No hay duda de que la desalinización es una bendición. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de las consecuencias imprevistas", aseguró el doctor Aron Troen del Instituto de Bioquímica, Ciencias de los Alimentos y Nutrición de la Universidad Hebrea, en la Facultad Robert H. Smith de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. "La desalinización elimina los minerales del agua y, posiblemente, podría disminuir la ingesta de minerales como el yodo que sirven como micronutrientes esenciales", añade.
Su estudio reciente, publicado en Nutrición y Salud Pública (LINK), evaluó la relación entre la ingesta de yodo y la función tiroidea en una zona donde el agua potable es suministrada desde el agua desalada pobre en yodo. Se encontró una sorprendente y alta prevalencia de insuficiente ingesta de yodo y una fuerte asociación de la disfunción de la tiroides en los adultos con la baja ingesta de yodo.
El estudio se realizó en la ciudad de Ashkelon, en la costa mediterránea del sur de Israel – un país con el mayor porcentaje de consumo de agua desalada en el mundo, donde cinco plantas desalinizadoras producen alrededor del 50% de su agua.
En colaboración con el Dr. Dov Gefel del Centro Médico de la Universidad Barzilai en Ashkelon y el estudiante de doctorado Yaniv Ovadia, los investigadores utilizaron un Cuestionario de Frecuencia Alimentaria para modelar el efecto de agotar el contenido de yodo en el agua potable en la distribución de la ingesta de yodo. La función tiroidea fue rigurosamente evaluada por examinación clínica, ultrasonidos y análisis de sangre, incluyendo la tiroglobulina sérica (Tg) y los anticuerpos autoinmunes.