Itongadol/AJN.- "La primavera no sólo se trata del florecimiento de las flores y cultivos, después de las inundaciones, también es el momento para que las familias echen raíces en el desierto", expresaron desde el Consejo Regional del Aravá a través de su página de Facebook.
El desierto de Aravá es uno de los más grandes de Israel. Allí investigadores israelíes y extranjeros que llegan al país para desarrollar distintos descubrimientos proponen a diario investigaciones para poder mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona y lograr que las actividades agrícolas sean un puntapié para elevar la economía local.
Es una comunidad muy pequeña comparada con otros lugares del Estado de Israel; cuenta sólo con 400 miembros, y sirve de frontera entre el desierto del Néguev de Israel y el sur de Jordania.
A pesar de la aridez de la zona, que representa el 6% del territorio israelí, los investigadores y desarrolladores del Aravá Center lograron transformarla en uno de los puntos más interesantes del país, la cuna de los emprendimientos, y exportar sus técnicas a todo el mundo.