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Itongadol/AJN.- “Si quieren terminar con el judaísmo, dejen a los judíos en paz. Cada vez que un judío es asesinado, como pasó en Uruguay, hay una conmoción mundial que nos hace más unidos”, expresó el presidente del Congreso Judío Latinoamericano, Jack Terpins, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, en el marco de la primera asamblea del CJM en América Latina, con sede en Buenos Aires.
Además se refirió al presidente argentino Mauricio Macri y dijo: “Con el nuevo gobierno hay una esperanza grande de resolver el atentado a la AMIA y a la Embajada de Israel. Creo que el hecho de haber estado acá en la fecha en la que se conmemora el atentado a la Embajada es una coincidencia”. También agregó que cuando los diarios locales escribieron que habían asesinado a 85 judíos en el atentado a la AMIA, que ocurrió dos años después, en 1994, nunca habían hablado de los 85 argentinos. “Para mí fue una declaración de guerra que Irán hizo a la Argentina, no lo digo yo, lo dijo la justicia argentina. Y la Argentina continuó amistosamente las relaciones con Irán”, remarcó.
Terpins también hizo referencia al asesinato del comerciante judío uruguayo la semana pasada, en la que un hombre lo apuñaló porque “Alá se lo había ordenado”, disparando las alarmas en las comunidades locales ante una posible ola de ataques de lobos solitarios. "Creo que es un caso aislado de un maníaco que dijo que Alá lo envió a matar a un judío”, aseguró y pidió a las comunidades que se mantengan unidas para seguir “defendiendo todas las causas contra el antisemitismo".
Finalmente, se refirió a la importancia del evento que por primera vez llegó a Latinoamérica y que recibió a ni más ni menos que 400 líderes de las comunidades judías de todo el mundo. “Es de mucha importancia que se decidiera venir acá con todos los judíos del mundo. Es la primera vez que nos reunimos en América Latina, que está muy lejos de todo, Estados Unidos, Europa”, manifestó.
El Congreso se celebra a dos días del 24º aniversario del atentado a la Embajada de Israel en Argentina, el primer temblor que sacudió no solo a la comunidad judía local, sino a la sociedad argentina en conjunto.