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Itongadol/AJN.- Los dos soldados israelíes que fueron atacados y debieron ser rescatados anoche del campamento de refugiados palestino Qalandia, entraron por un camino equivocado en el norte de Jerusalem debido a una falla en la aplicación de tránsito automotor “Waze”. En el primer testimonio relataron que, en principio intentaron huir del lugar con el vehículo, cuando comenzó la revuelta, durante la cual les arrojaron piedras y botellas incendiarias. El auto comenzó a incendiarse y los soldados debieron bajar y huir.
Uno de ellos llegó hasta el asentamiento Kojav Yaakov, donde reportó lo sucedido ante efectivos de seguridad, y el otro fue encontrado en un patio en Qalandia después de lograr ponerse en contacto con el ejército.
El portavoz militar, general de brigada Moti Almoz, se refirió a lo sucedido en declaraciones a la radio del ejército, Galei Tzahal. "Lo que sabemos por la investigación inicial es que los soldados entraron accidentalmente a Qalandia, comprendieron el error, pero ya había comenzado una revuelta generalizada”.
“El automóvil comenzó a incendiarse y uno de los soldados que salió y huyó no alcanzó a llevar consigo el teléfono celular, y fue muy difícil ponerse en contacto con él. El soldado fue rescatado bajo fuego, estaba en el patio de una de las casas”, explicó Almoz.
Se investiga también si los soldados estaban armados, y al respecto hay versiones contradictorias en la prensa local. “Estamos investigando un informe según el cual uno de los soldados no estaba armado. Entiendo que uno de los soldados usó su arma para defenderse y también para indicar a las tropas el lugar donde se encontraba. Hablaremos con los dos y verificaremos si actuaron en forma correcta, para evitar que estos incidentes se repitan”, señaló el portavoz. “Todo terminó bien esta vez, pero hay mucho que evaluar”, agregó.
De todos modos, como resultado del incidente, diez efectivos de seguridad resultaron heridos, uno de ellos sufrió lesiones de mediana consideración. En tanto que fuentes palestinas informaron que un joven de 22 años de edad, que estaba armado, murió por disparos de soldados israelíes y al menos diez palestinos resultaron heridos.
Fuentes militares citadas por Radio Kol Israel indicaron que durante largos minutos se temió por la posibilidad de que uno de los soldados fuera secuestrado y destacaron que la coordinación del ejército israelí con las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina contribuyó a que el incidente pudiera terminarse relativamente rápido y sin consecuencias aún mayores, que pudo haber tenido.