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Itongadol/AJN.- En el edificio del Ayuntamiento de París, donde se llevó a cabo un homenaje al ex primer ministro Yitzjak Rabin, el primer ministro francés, Manuel Valls, prometió poner todo su empeño para “proteger a los judíos, que son víctimas de un antisemitismo virulento, disfrazado de odio a Israel”.
El antisemitismo "golpea en Medio Oriente y también a Europa. Y Francia pone y pondrá toda su fuerza para proteger a los judíos del país, por los judíos franceses, que están legítimamente unido a la tierra de Israel tanto como aman a su país, Francia, y siempre consideran a Francia como su patria ", dijo Manuel Valls. Tras rendir homenaje al ex primer ministro Yiztjak Rabin, Valls recordó su “absoluto compromiso y su pasión”, y destacó los lazos de amistad entre Israel y Francia.
El primer ministro señaló que Rabin había esbozado “una paz duradera en Medio Oriente, establecida entre dos estados, Israel y Palestina, con seguridad y fronteras reconocidas. Dos estados viviendo uno junto al otro con seguridad. Dos pueblos finalmente decididos a superar los antagonismos y construir un futuro común”. También la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, destacó la figura de Rabin como “un visionario, un hombre de paz”.
Una nueva iniciativa francesa
A partir de las reuniones que mantuvo el líder de la oposición israelí, Yitzjak Hertzog, con el presidente François Hollande y con el primer ministro Manuel Valls, volvió a surgir el tema del proceso de paz entre israelíes y palestinos y la necesidad – expresada por los tres – de promover un encuentro entre los líderes de ambas partes, Binyamin Netanyahu y Mahmoud Abbas.
Para reunir a Netanyahu y Abbas, el gobierno francés propone la realización de una conferencia regional sobre seguridad. La conferencia reuniría a todos los líderes de Oriente Medio, incluido el primer ministro Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Abbas.
Esta iniciativa podría despejar algunas tensiones sobre los dos líderes, a diferencia de negociaciones bilaterales, en las que cada uno de los factores políticos en ambas partes, que se oponen a eventuales concesiones, presionan para que este tipo de encuentros no se realicen o no tengan resultados concretos. Por parte del gobierno francés, y en vista de los problemas internos y regionales que afronta, sería un paso muy positivo que posicionaría a Hollande como figura central en la escena internacional y en el área de seguridad.
De todos modos, quien debería liderar en la práctica este proceso es el ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, quien deja sus funciones dentro de un mes. Por lo tanto, la perspectiva de una conferencia internacional – de por sí ya bastante lejana – por el momento se ve improbable.