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Itongadol/AJN.- A principios de esta semana, la organización chiita libanesa Hezbollah inentó vengar la muerte de uno de sus líderes, Samir Kuntar, que se atribuye a Israel. Sin embargo, el atentado – la detonación de un explosivo al paso de una patrulla del ejército israelí en Har Dov – no produjo heridos ni víctimas. Israel respondió con disparos de artillería.
Autoridades de las Fuerzas de Defensa de Israel estiman que Hezbollah volverá a intentar un acto de venganza con “precio de sangre”, por la muerte de Kuntar. Por ello, el ejército mantiene el nivel máximo de alerta en la frontera con el Líbano.
A pesar de disuasión que supone la respuesta de Israel y la presencia de sus efectivos militares a lo largo de la frontera, funcionarios militares citados por el portal de noticias “Walla” aseguran que el ejército debe estar preparado para cualquier intento de Hezbollah de actuar en la zona, e incluso de secuestrar soldados israelíes. Todo ello, a pesar de la compleja situación política y de seguridad en que se encuentra Hezbollah, sumergido en la lucha contra el autdenominado “Estado islámico" en Siria. En vista de las tensiones entre Irán y Arabia Saudita, que se extendieron a otros países de Oriente Medio, cabe la posibilidad de que traten de desviar la atención regional a la frontera con Israel.
Algunos líderes de la organización chiita se jactaron en los últimos días en todos los medios de comunicación diciendo que sus combatientes lograron burlar los sistemas militares y de inteligencia de Israel, colocar un artefacto explosivo e impactar en un “alto funcionario del Mossad”, que patrullaba por la zona. Si bien ninguna fuente oficial en Israel corroboró estas afirmaciones, las autoridades las consideran una amenaza seria y creíble, y por ello mantienen el nivel de alerta y preparación en la frontera.