Itongadol/AJN.- Promedia el mes hebreo de elul, el 12º y último de 5775, durante el cual los judíos de todo el mundo acostumbran realizar un balance de lo actuado en el año que termina y rezar Slijot (disculpas) de cara al Juicio que D’s realizará en Rosh Hashaná (Año Nuevo) y cuyo veredicto rubricará en Iom Kipur (Día del Perdón).
Los últimos 29 días del calendario representan tradicionalmente un tiempo de introspección, en el cual también se debe repasar el progreso espiritual de cada judío durante el año que pasó respecto del prójimo, de sí mismo y de la divinidad.
La teshubá tiene que ver con el arrepentimiento y la reparación de las malas acciones, que según la tradición judía tiene otras dos instancias: la tefilá (plegaria) y la tzedaká (beneficencia).
Desde épocas muy antiguas, estos días simbolizaron la reconciliación entre D’s e Israel, ya que en estos días el pueblo volvió a disculparse por haber cometido el pecado de fabricar un becerro de oro para adorarlo, lo cual derivó en la ruptura de las primeras Tablas de la Ley y el posterior ascenso de Moshé nuevamente al monte Sinaí para suplicar misericordia y perdón, los cuales le fueron concedidos y por ello bajó con las segundas.
Las Slijot son una serie de plegarias penitenciarias y liturgias que se recitan durante un mínimo de cuatro días.
Los sefaradíes (descendientes de oriundos del Mediterráneo, Asia y África) lo hacen durante todo elul, mientras que los ashkenazim (originarios de la gran mayoría de los países europeos) recién comienzan en la medianoche del domingo anterior a Rosh Hashaná; este año será desde el 6 de septiembre.
Los otros días se reza por la mañana, antes de Shajarit (plegaria matutina).
Este año, el Año Nuevo será del atardecer del domingo 13 al martes 15 de septiembre y el ayuno del Día del Perdón, el martes 22 y el miércoles 23.
Muchas comunidades continúan recitándolas durante los Aséret Ieméi Teshuvá (Diez Días de Arrepentimiento, entre Rosh Hashaná y Iom Kipur), incluido el 3 de tishrei, al día siguiente de Rosh Hashaná y con motivo del Ayuno de Guedaliá (miércoles 16 de septiembre esta vez).
Además, en estos días de misericordia y perdón, miles de hombres y mujeres colman la Explanada del Kótel Hamaarabí (Muro Occidental, mal llamado “de los lamentos”), en Jerusalem, eterna e indivisible capital del pueblo judío desde la Antigüedad, desde altas horas de la noche y hasta el amanecer.
Por ello, el Rabinato del Kótel informó acerca de los principales servicios que se realizarán allí, siempre a partir de las 0.30 hora israelí: jueves 3 de septiembre (19 de elul), jueves 10 (26 de elul), miércoles 16, (3 de tishréi), jueves 17 (4 de tishréi) y domingo 20 (7 de tishréi).
En tanto, el servicio central y anual (foto) se llevará a cabo el lunes 21 de septiembre (8 de tishréi), a las 0.15, con la presencia de los grandes rabinos sefaradí, Itzjak Iosef, y ashkenazí, David Lau, y el rabino del Kótel Hamaarabí y los Lugares Sagrados, Shmuel Rabinowitz.
El mismo comenzará con el recitado de las Slijot y finalizará con la eliminación de los juramentos y promesas.
Asimismo, la remoción de las notas que los feligreses dejaron en el Kótel que se efectúa todos los años antes de Rosh Hashaná será el miércoles 9 de septiembre (25 de elul), a las 11 hora israelí, en coincidencia con el día en que, de acuerdo a la tradición judía, D’s creó el mundo, hace 5.776 años.
Suele pensarse que ello es lo que se celebra en Rosh Hashaná, pero en realidad lo que se recuerda en esta fecha es la aparición del hombre, el único ser vivo capaz de reconocer y servir a D’s, en el sexto día de la Creación.
Elul es el momento más pertinente para hacer teshuvá (“retorno” a la senda establecida por D’s), rezar, hacer caridad y aumentar el ahavat Israel (amor al prójimo), con el objetivo de mejorar y acercarse a una mayor espiritualidad.
Durante elul también se acostumbra tocar y/o escuchar el shofar (cuerno de carnero históricamente utilizado para convocar al pueblo) como un llamado al arrepentimiento, escribir una carta de disculpas y desearles a nuestros seres queridos “Ctivá vejatimá tová” (Que seas inscripto y sellado para un buen año), excepto el último día del año.
Otra recomendación es hacer revisar los tefilín y mezuzot por un sofer (escriba) para asegurarse de que sean aptos para su uso.
Asimismo, las parshiot (secciones de lectura semanal de la Torá) se refieren a los últimos momentos de la vida de Moshé, en una analogía con el hecho que el pueblo judío va camino a dejar atrás otro año.