405
Itongadol/AJN.- En primer lugar, la Knesset, parlamento de Israel, aprobó en segunda y tercera lecturas el proyecto de “Ley Noruega”, diseñado para permitir que un ministro o viceministro en cada uno de los partidos que integran la coalición de gobierno puedan ceder su puesto parlamentario a otro miembro de la lista, mientras ejerza el cargo de ministro y sea parte del gobierno. 51 legisladores votaron en contra y 64 a favor, entre ellos los del partido Israel Beitenu que lidera el ex ministro Avigdor Liberman y en la actualidad forma parte de la oposición.
Según la ley, si el ministro o viceministro en cuestión renunciara a su cargo, tiene derecho a volver a ocupar su lugar en el Parlamento, y el legislador que lo reemplazaba deberá retirarse.
La mayoría de los oradores en el debate previo a la aprobación de la ley fueron los representantes de la oposición, que atacaron la propuesta y la denominaron “La ley de los puestos de trabajo”. El oficialismo la presentó como una “ley noruega” y así se referían a ella todos sus representantes. Sin embargo, la oposición se encargó de aclarar que no existe ninguna ley semejante en Noruega.
Unas horas antes, el Comité Constitucional del Parlamento había aprobado la presentación de este proyecto de ley por diferencia de un solo voto a favor.
El proyecto surgió como medida paliativa a la presión a la que están sometidos los legisladores de la coalición de gobierno, que tienen una mayoría de 61 legisladores de un total de 120. Nadie puede ausentarse de ninguna votación ya que cada voto cuenta, una misión especialmente difícil para quienes también ejercen cargos ministeriales.
Ley de alimentación forzada
A poco de comenzar el receso de verano, el plenario de la Knesset, el Parlamento de Israel, aprobó esta madrugada en primera y segunda lecturas la “Ley de alimentación forzada de presos de seguridad en huelga de hambre”. La ley fue aprobada con 46 votos a favor y 40 en contra.
Según la nueva ley, se autoriza al Comisionado del Servicio Penitenciario a dirigirse al Presidente del tribunal de distrito – con el consentimiento del Fiscal General – y solicitar un permiso para ordenar un tratamiento médico a un convicto en huelga de hambre. Para ello, un médico debe certificar que existe un riesgo real e inminente de que debido a la huelga de hambre se genere un daño grave a la salud del preso o discapacidad irreversible.
De acuerdo con el proyecto de ley, si el tribunal da su aprobación, las autoridades tendrán derecho a darle la atención médica mínima obligatoria para mantener la vida del recluso, o para impedir una discapacidad grave es irreversible, incluso si el recluso se opone. El texto de la ley indica que antes de recibir el tratamiento se procurará, y se realizarán todos los esfuerzos posibles para obtener el consentimiento de los presos. El tratamiento se dará en la presencia de un médico y se hará de una manera que garantice la máxima protección de la dignidad del condenado. En caso de negativa por parte del detenido a ser tratado, la autoridad de la prisión podría – a petición de quien suministra el tratamiento – utilizar la fuerza en una medida razonable, únicamente en caso de que esto sea necesario para la prestación del tratamiento.
Durante el extenso debate de la ley, ya de madrugada, el legislador Ahmad Tibi de la Lista Árabe Unida dijo que "la huelga de hambre es una herramienta no violenta de quien decide conseguir un logro jurídico o político utilizando su cuerpo. Tibi acusó al sistema carcelario israelí de querer anestesiar a los presos para dominarlos y “aprovecharse de la debilidad de quien está en la cárcel”.
El legislador Oren Hazan – del partido Likud – fue retirado de la sala después de interrumpir el varias ocasiones la alocución de Tibi. “Ahmad Tibi aprovecha su posición como miembro del Parlamento para apoyar e incentivar el terrorismo contra el Estado de Israel”, gritó Hazan. El vicepresidente de la Knesset que dirigía la sesión, Yoel Hason, le llamó la atención en tres ocasiones y finalmente le indicó que debía abandonar la sala.
Vigilia y discursos
Durante la sesión – que duró toda la noche – se esuchó principalmente la palabra de representantes de la oposición. El último de ellos fue el líder del partido Hamajané HaTzioní (Movimiento Sionista) y líder de la bancada de la oposición, Itzjak Hertzog, que cargó contra la ley aprobada y contra el gobierno.
“Llegamos al final de este período parlamentario con una ley nefasta, con una cadena de hechos nefastos de un gobierno que no funciona y que – en realidad – no hace nada, sólo se ocupa de sobrevivir, día tras día, hora tras hora”, dijo Hertzog.
Por su parte, el presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, anunció el recuento de votos y deseó a todos los legisladores un “verano sano y tranquilo”. “Les desearía a todos felices vacaciones pero tengo la sensación de que durante el receso nos vamos a reunir más de una vez”, señaló Edelstein. “Se levanta la sesión” dijo, finalmente. Los pocos legisladores que quedaban, visiblemente agotados, salieron de la sala antes de que se escuchara el golpe de martillo que anunciaba el comienzo oficial del verano.