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Itongadol.- En una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Lissette Albalah, representante del KKL en Cuba, describió cómo fue el encuentro de los líderes latinoamericanos con el presidente de la organización en Israel: “Hemos tenido la oportunidad de visitar proyectos increíbles que afectan la calidad de vida de los ciudadanos en Israel”.
La representante del KKL en Cuba consideró a su comunidad como “pequeña, pero con un judaísmo que está vivo”, y aseguró: “Tenemos ganas de aprender a vivir mejor nuestro judaísmo y mejorar nuestro vínculo con Israel”.
Además, destacó que “fue un placer para contar cómo viven los judíos en Cuba” a sus pares latinoamericanos”, y descubrió que no tienen “grandes diferencias con el resto” de los países.
¿Qué quedó de la misión de dirigentes del KKL en Israel?
Para mí como persona judía cubana, ser parte de la solidaridad, en este caso de dirigentes del KKL de América Latina, fue realmente una experiencia increíble, nos dio la posibilidad de conocer un Israel distinto al que conoce un turista. Es conocer desde las problemáticas hasta lo que hacer el KKL a través de su accionar, con el apoyo de todos nosotros, los voluntarios de todo el mundo de cada oficina de KKL de todos los países que participamos, se logra finalmente transformar la realidad. Y no solamente para los ciudadanos judíos, sino para todos los ciudadanos de Israel. Hemos tenido la oportunidad de visitar proyectos increíbles que afectan directamente la calidad de vida de los ciudadanos en Israel.
¿Qué significa ser una cubana en Israel y tener una mujer judía representando al KKL en Cuba?
En primer lugar creo que es un honor muy grande. Estoy hace poco tiempo vinculada al KKL y siento que es una vivencia muy positiva y única como mujer judía el poder conocer y ser parte de una institución como el KKL, que lleva más de 110 años trabajando a favor de Israel. El KKL tuvo su presencia aquí en Cuba en los primeros años de la década del 60 y de alguna manera se fue diluyendo durante 50 años y ahora de pronto se genera un vínculo muy importante para los judíos de Cuba y el Estado de Israel. Es un vínculo muy fuerte de gran identificación para nosotros.
¿Cómo se compone la comunidad judía de Cuba y cómo va a ser tu trabajo como referente del KKL allí?
Actualmente hay aproximadamente 1200 judíos. Es una cifra que sube y baja, fundamentalmente los jóvenes han hecho aliá. Pero dentro de aquellos que quedamos en Cuba, en La Habana, también aclaro que hay comunidad judía en el interior, es una comunidad particularmente muy activa, donde se cubren todos los aspectos de la vida judía, desde las más tempranas edades tanto como los adultos mayores. También cubrimos todos los servicios religiosos, las festividades durante el ciclo anual y hay escuelas e importantes organizaciones, todas muy vivas. Hay importantes proyectos comunitarios, hay organizaciones femeninas y es una comunidad que ya tienen un vínculo importante con Israel. Podemos verlo con la cantidad de judíos cubanos que viven en Israel, todos tenemos aquí alguien que vive en Israel. Y el KKL viene a llenar ese importante espacio de vincular entre los judíos de Cuba y de la mediná (Estado de Israel).
¿Le contó a sus pares de los países de Latinoamérica qué significa ser judío en Cuba?
Sí, claro. Apenas tuve el primer congreso de líderes de KKL, anteriormente en México el año pasado, experimenté la curiosidad y expectativa respecto a esto. Fue un placer para mí contar cómo vivimos los judíos en Cuba y descubrí que no tenemos grandes diferencias con el resto. Vivimos lo que se vive en cualquier otro país latinoamericano, hasta las problemáticas son similares. Todos tenemos las ganas de aprender a vivir mejor nuestro judaísmo y mejorar nuestro vínculo con Israel.
¿Qué mensaje tiene para el mundo judío desde Cuba?
Mi mensaje para todo el mundo del KKL y para el mundo judío es que, a pesar de que somos una comunidad pequeña, el judaísmo en Cuba está vivo. Por eso decimos am Israel Be Cuba jai.