Un grupo de palestinos lanzó hoy jueves un artefacto explosivo improvisado contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) cerca de la Tumba de Raquel en Cisjordania, mientras que otros los atacaron a piedrazos desde la vecina ciudad de Belén. El dispositivo, sin embargo, cayó en una zona controlada por los palestinos y no causó daños ni heridos, según consignó el portal de noticias Ynet.
Hace unos meses parecía que el número de incidentes había disminuido drásticamente, pero la violencia en Cisjordania aumentó rápidamente desde la Operación Pilar Defensivo en Gaza, con los colonos que se encuentren bajo constante amenaza, específicamente en la principal carretera que va de Hebron a Gush Etzion.
Cerca del puesto de avanzada Harasha en la región de Binyamin, el vehículo de un agente de seguridad civil fue apedreado por un grupo de palestinos, lo que obligó a la intervención de las fuerzas del Ejército para sofocar los disturbios.
En Givat Hashkediya, un puesto de avanzada cerca de Yitzhar, los palestinos apedrearon a las fuerzas del Ejército que intentan dispersarlos, mientras que otros enfrentamientos entre colonos y palestinos también fueron reportados en la zona.
Cerca del puesto de avanzada de Kadosh Esh, también en la región Binyamin, los disturbios se extendieron por segundo día consecutivo, con docenas de palestinos que apedrearon durante varias horas a los soldados israelíes, mientras que el equipo antidisturbios trataba de dispersarlos.
Además, un autobús y varios vehículos israelíes fueron atacados a piedrazos en la Ribera Occidental y se informaron de algunos incidentes con cócteles molotov lanzados contra automóviles israelíes. Como resultado de las hostilidades en curso, dos palestinos fueron detenidos.
En tanto, tres jóvenes judíos de los asentamientos de Cisjordania fueron denunciados como sospechosos de haber participado en un ataque hace tres semanas, cerca de la parte sur del Monte Hebrón.
Según la acusación los tres, de entre 20 y 23 años, de los asentamientos de Yakir, Yitzhar y Beit El, entraron en la aldea palestina de al-Asja e incendiaron una serie de coches. Los tres dejaron pintadas con la leyenda el “precio” en una pared cercana. Entre otras cosas, están siendo acusados de conspiración para cometer un crimen y el incendio.
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