David Buskila, el alcalde de Sderot, ciudad del Sur israelí habitualmente bombardeada por organizaciones terroristas palestinas, lleva cinco días de huelga de hambre frente a la Oficina del Primer Ministro, en Jerusalem (foto), en protesta por una supuesta falta de atención del gobierno a su electorado.
Paramédicos del Magen David Adom lo atendieron hoy, domingo, porque su salud se está deteriorando, pero el intendente se negó a ser trasladado a un hospital.
En cambio, exigió una mayor intervención del gobierno en el tema, horas antes de que el gabinete aprobara, por unanimidad, un plan para reforzar las fortificaciones en todas las localidades situadas a entre 4,5 y 7 kilómetros de distancia de la Franja de Gaza.
El proyecto, que costará unos 270 millones de shekels (unos 70 millones de dólares), fue impulsado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien tiene 30 días para determinar el origen de los fondos sin necesitar una nueva aprobación de sus ministros.
“Esto les traerá seguridad a los residentes del Sur”, declaró el jefe de gobierno, quien aclaró que las comunidades linderas con Gaza, como Sderot, sufren mayores daños y perjuicios por los misiles y proyectiles que les disparan que aquellas que están más lejos.
“Esto es algo que los residentes del Sur han estado reclamando desde hace mucho tiempo”, admitió.
Esta mañana, terroristas palestinos dispararon tres misiles Grad, que cayeron cerca de Beer Sheva, y dos Kassam, que aterrizaron en un campo abierto de la región de Eshkol, sin provocar daños ni heridos.
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