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Un avión no tripulado israelí atacó el mes pasado un convoy que transportaba armas en la capital de Sudán del Sur, Jartum, según consignó en la noche de ayer la Agencia de Noticias Reuters. Según el informe, que citó fuentes de inteligencia extranjeras, la explosión destruyó 200 toneladas de municiones, incluidos misiles, que su destino final debían ser Gaza.
El informe se dio a conocer luego de la explosión que se produjo en una fábrica, que al parecer estaba destinada a la producción de municiones, en el sur de Jartum en la noche del miércoles. La explosión produjo daños y en la misma fallecieron dos personas, según reportaron las agencias de noticias. En Sudán, inmediatamente acusaron a Israel del ataque e informaron que no dudarán en responder al mismo. No obstante, en Israel, incluido el primer ministro, Benjamin Netanyahu, negaron hacer comentarios sobre los reportes de prensa.
“Israel quiere dañar las capacidades de defensa de Sudán”, dijo luego de la explosión el ministro de Informaciones, Ahmad Osman Bilal. “Nosotros no tenemos armas desarrolladas y modernas como las israelíes. Nosotros respetamos la ley internacional. Recurriremos al Consejo de Seguridad, a pesar de que sabemos que los países potencia siempre benefician a Israel”.
El diario “Ha-Shark Al-Awsat” informó que expertos iraníes se encontraban en la fábrica y que el armamento fabricado era trasladado a diferentes organizaciones de los territorios palestinos. Según muchas publicaciones respaldadas por organizaciones de Derechos Humanos, Sudán utilizó armamento pesado para bombardear a civiles en la zona que hoy pertenece al joven estado Sudán del Sur.