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La administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está intentando demorar el establecimiento de un panel designado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para investigar el asunto de los asentamientos en Cisjordania.
El enviado americano a Medio Oriente, David Hale, se encontró con el comisionado de DDHH, Navi Pillay, en Génova la semana pasada y le pidió que no avanzara sobre el tema en un futuro cercano.
Según el texto de la decisión de establecer el panel, se busca “investigar las implicaciones de los asentamientos israelíes sobre los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales del pueblo palestino en todo el territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalem del Este”. Sin embargo, el comisionado todavía debe formular un mandato claro para el panel y no ha designado un jefe o miembros.
Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel destacaron que Estados Unidos quiere conseguir una prórroga del establecimiento del panel a una fecha lo más tarde posible con la esperanza de que lleve al entierro no oficial del asunto. Sin embargo, la evaluación es que no será posible evitar el establecimiento del panel, entonces el objetivo es demorarlo al menos hasta después de las elecciones presidenciales americanas en noviembre.
El 30 de marzo, una semana después de la decisión del Consejo de DDHH de la ONU, el vice canciller israelí, Danny Ayalon, viajó en secreto a Washington para encontrarse con su contraparte Bill Burns. Ayalon le pidió ayuda en la desarticulación del establecimiento del panel e incluso sugirió que Estados Unidos amenace públicamente abandonar el cuerpo si éste se establece.
Los americanos no respondieron a esto ya que ven la membresía en el Consejo de Derechos Humanos como un asunto central en la política extranjera de la administración de Obama. Sin embargo, los americanos aceptaron presionar al comisionado en la fecha de establecimiento.
Luego de la decisión de la ONU de establecer un panel para investigar los asentamientos, el ministro de relaciones exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, decidió suspender la cooperación con el comisionado de DDHH.