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Casi 70 años después de la liberación nazi, el Museo Estatal del campo de exterminio Auschwitz-Birkenau da por primera vez la posibilidad de mostrar a los residentes de Shangai una clara compresión de los horrores del " Campo de la Muerte”.
A través de 30 paneles se ilustran actos de brutalidad cometidas por los soldados nazis y los judíos agradecen a Shangai por haber ofrecido refugio a aquellos que huyeron de la persecución nazi en la década de los años ’30.
"Esto es lo que ocurrió con aquellos judíos que no han tenido la suerte de ser protegidos por el pueblo de Shangai durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo Miroslaw Obstarczyk, curador del Museo Auschwitz-Birkenau.
Auschwitz, fue construida después de la invasión nazi en Polonia en 1939 y fue el campo de concentración mas extendido que Adolfo Hitller planificara. Este tenía tres campos principales y 45 campos satélites. Rudolf Hess, quien fuera el primer comandante, testifico durante el Juicio de Nuremberg que allí fueron asesinados casi 3.000.000 de personas de las cuales 2.500.000 fueron muertas en las cámaras de gas. El resto sucumbió a las enfermedades y condiciones extremas. Los números reales nunca se podrán saber con exactitud pero el 90% era de origen judío.
De acuerdo con Krzysztof Smyk, cónsul general de Polonia en Shangai, los judíos constituían aproximadamente el 10% de la población total polaca, y más del 25% de ellos eran artistas, escritores, abogados y doctores. "Casi todos ellos fueron masacrados y muchos en Auschwitz, donde miles de polacos y otros europeos no judíos también perdieron sus vidas”, destacó.
La ayuda de Shangai fue un rayo de luz para la esperanza del pueblo judío en esos tiempos. La ciudad recibió cerca de 30.000 refugiados judíos durante la Segunda Guerra Mundial, y muchos llegaron gracias a Ho Feng Chang, quien era el primer consejero de China en la ciudad de Viena y quien emitió miles de visas para Shangai a refugiados judíos.
Al final de la década del ’30, con el incremento de la presión de los nazis para limpiar sus territorios de judíos, se crearon oleadas de refugiados desesperados que querían emigrar. Muchas naciones en Occidente, incluidos los EEUU, no les quisieron abrir sus puertas. Por eso Shangai fue el último recurso.
Cuando Steven Dwoskin, cuyo suegro sobrevivió al campo de concentración nazi, visitó la exhibición y escuchó que Shangai fue un paraíso para los judíos, dijo que se sorprendió. “Es increíble que los chinos hayan hecho estas acciones" porque no era su pueblo ni su problema.
De acuerdo a Chen Jian, curador del Museo de los Refugiados Judíos, donde esta exhibición se lleva a cabo, ésta será de larga duración, se pasarán videos y se exhibirán objetos como trajes de prisioneros, uniformes y celdas donde fueron encerrados, abusados y finalmente asesinados.