El Día de la Independencia sintetiza el reconocimiento a la incansable lucha por la libertad. Esa conquista en estos días se traduce en la celebración de los 64 años del establecimiento del Estado de Israel. Se trata del reconocimiento a lo que muchos han denominado como un "milagro", habida cuenta de los logros que se reflejan en el lugar de vanguardia que el Estado judío ha logrado ocupar en el mundo de la ciencia, las artes, la tecnología, pese a los obstáculos a que fuera sometido a lo largo de su existencia.
Un reconocimiento que se refleja por ejemplo en los distintos Premios Nobel obtenidos por referentes de la ciencia israelí en los diversos campos de las distintas disciplinas (economía, química, matemática, por citar ejemplos recientes). O bien que sitúa a Israel en los primeros lugares en materia de desarrollos de patentes en el campo de la tecnología aplicada a industrias de las más variadas que van desde la biotecnología al agro, o en el know how desarrollado para la prevención de catástrofes, y que han permitido a Israel extender su colaboración a otros países que se han visto afectados por situaciones de esa naturaleza, como es el caso de los sucesos ocurridos en Haití.
Este milagro se produce a pesar de los constantes ataques que recibe a Israel desde distintos ámbitos. Ataques que trascienden a los actos terroristas o los episodios ocurridos en el marco de conflictos militares, para situarse en el campo de la deslegitimación apelando a los recursos más variados. Una actitud cuyo único objetivo se centra en poner en tela de juicio el derecho del Estado de Israel a existir, ignorando absolutamente la historia y el derecho del pueblo judío a regresar a su tierra luego de siglos de constantes expulsiones.
Es bajo estas circunstancias que una vez más nuestros deseos para el próximo año son de Paz y Libertad. El Estado de Israel continúa tendiendo su mano de paz al pueblo palestino sin precondiciones, en aras de alcanzar un arreglo permanente y que no se trate tan solo de la firma de un papel. Un acuerdo que implique el reconocimiento al derecho inherente del pueblo judío a tener su Estado en la tierra de Israel, así como nosotros reconocemos el derecho del pueblo palestino a tener su Estado independiente viviendo en paz y seguridad unos junto a otros.
Este esfuerzo sería inviable sin el apoyo incondicional que nuestra Medina recibe día a día de parte de las comunidades judías de todo el mundo. Quisiera agradecer muy especialmente a toda la comunidad judía argentina por todo el apoyo y el cariño brindado en el que muy probablemente sea el último Iom Hatzmaut que comparta con ustedes en el país, dado que en pocos meses estaré culminando mi misión diplomática y regresaré a Israel junto a mi familia. Hemos compartido a lo largo de estos cuatro años que llevo en el país un sinnúmero de desafíos que, gracias al compromiso y colaboración constante de ustedes, nos brinda la posibilidad de que, pese a la ardua tarea aún pendiente de realización, hoy podamos seguir celebrando.
IOM HATZMAUT SAMEAJ!!
U LESHANA HABA BE IERUSHALAIM!!