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Mientras se difunde la noticia de la muerte de Whitney Houston a los 48 años, los israelíes recuerdan el excéntrico viaje de la cantante ganadora de seis Grammys a Israel en el 2003, la cual, tristemente, fue su última visita a Israel.
En el 2003, la diva americana, ya pasado el florecimiento de su carrera y todavía casada con Bobby Borwn, hizo una memorable, sino extraña, visita a la Tierra Santa, donde fue recibida por los Israelitas Hebreos Negros (Black Hebrew Israelites), un grupo centrado en el pueblo sudeste de Dimona.
Houston, protegida por un aro de publicistas y su familia, raramente habló con los medios locales durante su viaje, incluso evadió famosamente un apretón de manos con el entonces primer ministro israelí Ariel Sharon, mientras lo visitaban con Brown en Jerusalem.
Destacando que fue su primer visita a Israel, Sharon esperaba que sea el comienzo de muchas más, para la cual Houston dijo “si”. Cuando el premier le preguntó cómo se sentía en Israel, ella dijo: “Es un hogar, es un hogar”.
Hablando sobre el extraño encuentro, el periodista de entretenimientos israelí Guy Pines destacó en un panel de entrevistas de MSNBC en el momento que Sharon “le dio su mano, ella agarró la de Bobby muy fuertemente, no quiso dársela a Sharon, entonces hizo que Bobby lo hiciera”.
“Si tuviera un dólar por cada vez que dije ‘extraño’ en esta entrevista, ahora sería un hombre rico”, destacó Pines.
En una entrevista con los medios americanos en el hogar de la superstar, la hermana de Houston y su vocero, Patricia Houston, dijo sobre la visita: “Lo está amando”. “Es una mujer espiritual y quería ir y tocar la tierra, y estar alrededor de los santos de Dimona”, agregó.
Houston fue encontrada muerta en un cuarto de hotel de Beverly Hills ayer por causas aún no determinadas.