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Imaginen que los chefs de los líderes del mundo abandonen a sus jefes por varios días para cocinar una comida real solo para vos. Muchos pueden seguir soñando, pero 220 personas adineradas de Israel y el extranjero fueron lo suficientemente afortunadas como para cumplir con esta culinaria fantasía la semana pasada.
Los cinco cocineros profesionales líderes llegaron a Israel por invitación del chef Shalom Kadosh, el primer y único chef israelí que entró al prestigioso Club des Chefs des Chefs.
El evento fue planeado cerca de un año atrás con el objetivo de preparar una comida gourmet en el Centro Peres para la Paz para juntar dinero para actividades que podrían ayudar a acercar a niños israelíes y palestinos.
Este fabuloso quinteto, junto con Kadosh, se juntó el miércoles pasado en el Hotel Herods en Tel Aviv para preparar una comida espléndida. Se le pidió a cada chef que cocinara un plato especial y que fuese, por supuesto, kosher.
El primer plato fue preparado por el chef del presidente americano Barack Obama, Tommy Kurpradit, quien hizo lasaña de vegetales con alcachofas y trufas a la vinagreta. De segundo plato, el chef del presidente ruso Dmitry Medvede, Jerome Rigaud, preparó una sopa de remolacha al estilo Kremlin.
Christian García, chef jefe del príncipe Alberto de Mónaco, hizo un filete de salmonete con caldo de pescado, hinojo y frijoles como tercer plato. El cuarto fue hecho por el chef Shalom Kadosh, quien preparó una ensalada cálida de cereales y frijoles envuelta con hojas de acelga vestidas con pimientos asados.
El último plato fue hecho por el chef del presidente francés Nicolás Sarkozy, Bernard Vaussion y el postre por el chef de la canciller alemana Ángela Merkel, Ulrico Kez, quien hizo una sinfonía de manzanas con un muse de yogurt y pasas caramelizadas al rum.