La exposición “El partido de sus vidas”, que retrata la historia de 18 grandes atletas judíos, fue inaugurada en Beit Hatfutzot, el Museo de la Diáspora Judía de Tel Aviv.
Adi Rubenstein, el creador y curador de la muestra, dedicó tres años a encontrar documentación, fotografías y relatos de deportistas que se desempeñaron entre los siglos XVIII y XX, antes de la creación de Israel.
“Es un viaje fascinante que comenzó cuando estaba estudiando Historia en la universidad y nada había en el programa sobre deportes”, recordó.
Por el contrario, Rubenstein había visto exhibiciones sobre equipos y ex atletas en varios lugares, en las cuales encontró a un montón de judíos destacados.
“Ellos ganaron decenas de medallas olímpicas, pero como un niño en Israel, nada aprendí sobre ellos”, lamentó.
“Aquí nos enseñaron que los judíos son débiles y que no están hechos para los deportes; por lo tanto, no estamos sorprendidos de que el país tenga pocos logros deportivos”, criticó el curador de la muestra.
“Quería derribar este mito y mostrarles a los israelíes que al hacer deporte podés tener enormes logros”, resumió.
Rubenstein explicó que la mayoría de los héroes de la exposición fueron atletas con valor agregado: Neils Bohr, ganador del Premio Nobel de Física, fue un pionero del fútbol europeo y miembro de la Selección danesa a principios del siglo XX, mientras que su hermano Harald era más conocido por ser la estrella del equipo.
Algunos de los protagonistas generaron cambios sociales, como Abe Saperstein (a la derecha en la foto), el fundador del equipo de básquet-espectáculo Harlem Globetrotters, quien es uno de “los pioneros por la integración que ayudaron a que los negros lleguen a la NBA”, o los boxeadores Benny Leonard y Barney Ross, que “tuvieron una gran influencia en el cambio de imagen de los judíos en los Estados Unidos y también contribuyeron a los objetivos sionistas”, prosiguió.
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