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Incluso cuando se elimina un tumor a través de una cirugía y se lo combina con una alta dosis de quimioterapia, no hay garantías de que el cáncer no vuelva. Ahora, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv están fortaleciendo las posibilidades a favor de una destrucción permanente, e inmunidad a la vuelta de la enfermedad, con un nuevo método.
Basado en la “ablación de tumor”, un proceso a través el cual se lo destruye adentro del cuerpo, el profesor Yona Keisari de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv y el profesor Itzhak Nelson del Departamento de Física y Astronomía del mismo predio han desarrollado un cable radioactivo, de menos de una pulgada de largo y del grosor de una aguja. Cuando se lo inserta dentro de un tumor sólido, este libera átomos radioactivos letales y lo irradia de adentro hacia fuera. Luego, el tumo crea antígenos que “disparan una respuesta inmune contra las células cancerígenas”, dijo Keisari a NoCamels.
“La cirugía puede eliminar del 80 al 90% del tumor. La quimioterapia otro 5-15% y normalmente queda un pequeño número de células metásticas en el cuerpo, y matan a cerca del 85% de los pacientes”, dijo.
Actualmente, los pacientes de cáncer reciben una radiación gama cuando se someten a radioterapia. A pesar de que las partículas alfa son más efectivas, su rango es tan corto que no pueden penetrar la piel, y por lo tanto son inefectivas en los tratamientos de radiación tradicionales. Como se desarrolló en el laboratorio del profesor Nelson, los cables radioactivos desvían las desventajas de radiación alfa al implantar iones radioactivos directamente al tumor.
“Se recubre el cable con átomos que emiten no solo partículas alfa, pero también átomos hijo que también son emisores alfa. Estas partículas se difuminan dentro del tumor y se dispersan antes de desintegrarse”, explicó Nelson.
Mientras se rompe, el tumor libera antígenos que disparan una respuesta inmune contra las células cancerígenas, dijo el profesor Keisari. No solo se las elimina más seguramente, sino que en la mayoría de los casos el cuerpo desarrolla inmunidad contra la vuelta del tumor, lo que no ocurre cuando se los elimina quirúrgicamente.