Decenas de judíos tunecinos están considerando trasladarse temporalmente a Francia o Israel debido a la ola de violencia generalizada que ha estallado el viernes pasado, tras el derrocamiento del dictador Zine al-Abidine Ben Alí.
“Vemos lo que se muestra en la televisión: de vez en cuando detienen coches y los revisan, arrestan a algunas personas y algunas resultan muertas”, contó Daniel Cohen.
“Si la situación continúa, sin duda tendremos que irnos o emigrar a Israel”, admitió.
“Nada es seguro en Túnez hoy en día: el país está al borde de la crisis, sin seguridad, comida ni trabajo”, resumió este residente en Tunis.
En tanto, Chai “Hamus” Mazuz aclaró que la situación en la isla de Djerba ha mejorado desde que el ejército y la policía tomaron el control, y si bien “hay algún tiroteo, con la ayuda de Dios todo saldrá bien”.
“Por suerte, la seguridad en torno a la comunidad judía es muy estricta”, reconoció.
En tanto, un grupo de 20 turistas israelíes, que ya regresaron a casa, fue detenido en camino a Djerba, aparentemente por romper el toque de queda, según relató su guía, Menachem Abadi.
“Los policías parecían de las falanges (la milicia libanesa): tenían sus armas cargadas sin seguros y las mantenían sobre sus cabezas con una sola mano; temía que se les escapara un tiro en nuestra dirección”, confesó.
Sin embargo, “resultó que estaban más asustados que nosotros porque estábamos en seis jeeps”, agregó.
“Estaba preocupado por el hecho que éramos judíos, pero todo lo que hizo la policía fue para protegernos”, contó uno de los turistas, Yoram Shomron.
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