Los Estados Unidos están haciendo consultas con sus aliados en las Naciones Unidas (ONU) a fin de trabajar para poner fin a toda consideración en ese organismo del polémico Informe Goldstone sobre la guerra en Gaza en 2008-2009, reveló ayer, jueves, la embajadora norteamericana en la ONU, Susan Rice (foto), ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de su país.
“Los Estados Unidos han sido claros desde el principio en que creíamos que el informe era grave y fundamentalmente erróneo y que era completamente injusto sacar conclusiones acerca de las intenciones y la conducta de Israel”, explicó la funcionaria, pero después que el jurista Richard Goldstone, quien presidió la comisión investigadora, reconsideró sus conclusiones en una columna de opinión publicada el viernes pasado, ahora quiere “ver que desaparezca”.
Rice anticipó que para ello han estado evaluando qué medidas podrían tomarse, como poner fin a cualquier acción contra Israel que se analice en el Consejo de Seguridad y otros foros en base al informe.
La embajadora norteamericana en la ONU también indicó que es casi seguro que los Estados Unidos boicotearán la conmemoración del 10º aniversario de la Conferencia de Durban, que se celebrará durante la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre.
“Estamos muy preocupados por su contenido y oportunismo, y por eso los Estados Unidos se opusieron a la resolución que la estableció”, agregó.
Rice subrayó que “los Estados Unidos se mantienen inequívocamente firmes en apoyo de nuestro aliado Israel en las Naciones Unidas, donde -como todos sabemos- a menudo se ve sometido a ataques ilegítimos e injustos, simplemente por existir”.
A pesar de sus palabras, la diplomática fue atacada por algunos legisladores republicanos porque entendieron como hostil al Estado judío la forma en que explicó el veto norteamericano a una resolución del Consejo de Seguridad que condenaba la construcción de asentamientos.
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