El Tribunal Supremo ya ordenó anteriormente este mes, tras una petición presentada por los residentes palestinos de la zona, el cese de la construcción del muro.
A esa apelación se sumaron unos treinta habitantes de la localidad de Mevasseret Zion, lo que constituye la primera vez que ciudadanos israelíes que residen cerca de la línea de separación entre la franja de Gaza y Cisjordania se unen a una petición en contra del trazado de la barrera.
Según la demanda presentada «no existe justificación alguna para el golpe mortal a los ingresos de los aldeanos que se verán aislados de entre siete y ocho hectáreas de terrenos de cultivo».
Los habitantes palestinos afirmaron que el Ejército ha confiscado sus terrenos sin presentarles mapas detallados de la ruta por donde transcurre la barrera, cuya construcción han calificado de «una expropiación ilegal» de sus territorios.
Israel ha construido ya unos 300 kilómetros del muro de separación que medirá cuando sea completada unos 700 kilómetros y que aislará a unos 875.600 palestinos del resto de Cisjordania o de sus campos de cultivo. EFE
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