Las autoridades israelíes aseguran que las organizaciones palestinas radicales están muy arraigadas en dichos campos, en los que viven más de 100.000 personas.
El grupo radical palestino Hamás reconoció que varios de sus combatientes fallecieron en la operación lanzada por Israel supuestamente para «impedir atentados terroristas antiisraelíes». Ningún dirigente de Hamas participó en las exequias, pero un hombre con el rostro cubierto, que dijo pertenecer al movimiento, afirmó por los altavoces que tomarán represalias «tan pronto como sea posible y en cualquier parte».
Ismael Haniya, uno de los líderes de Hamás en Gaza, había declarado anteriormente a la AFP que «esta masacre será castigada». «Nos hará más fuertes y decididos para continuar la resistencia», aseguró.