El ex oficial de la Gestapo nazi y su mujer, Alice Stoll, han cumplido 91 años, pero hasta ahora el gobierno italiano se niega a darle la gracia al criminal de guerra que fue uno de los principales responsables de la masacre de las Fosas Ardeatinas de Roma, en 1944. El matrimonio, tras huir de Italia en 1947, vivió durante 50 años en Bariloche.
Trescientos treinta y cinco italianos fueron asesinados con tiros en la nuca. Las víctimas fueron reunidas por orden directa de Hitler para hacer un escarmiento después de que 33 soldados alemanes murieron en un atentado de los partisanos.
La manifestación ha sido organizada en la plaza de los Santos Apóstoles, en pleno centro de Roma, por la asociación «Hombre y Libertad», que ayer anunció la llegada de la señora Priebke.
La asociación destacó que estarán también presentes los parlamentarios Carlo Taormina (defensor de Priebke y ex subsecretario del gobierno de Silvio Berlusconi) y Antonio Serena, expulsado en noviembre de Alianza Nacional, el partido de los ex neofascistas, aliados del gobierno, por haber distribuido entre los parlamentarios un video en el que Priebke contaba su vida.
Según la asociación, un grupo poco conocido, también participará de la manifestación «una delegación de parientes de las víctimas de las Fosas Ardeatinas», supuestamente decidida a pedir clemencia por Erich Priebke en nombre de la piedad cristiana.
Fte Clarin