Sin embargo, hasta ahora no han dado a conocer los resultados de su encuentro.
Cuatro israelíes y un atacante suicida palestino perdieron la vida en una explosión en una parada de autobuses cercana a la ciudad de Tel Aviv.
Poco antes, dos helicópteros artillados de Israel habían matado a un dirigente del grupo extremista Yihad Islámica y a otros cuatro palestinos, al atacar un automóvil en la ciudad de Gaza.
La Yihad Islámica prometió vengar la muerte de su dirigente.
«Necesaria»
El atentado suicida en Tel Aviv fue el primero en Israel en más de dos meses y, según el gobierno, demuestra que la «eliminación» de los extremistas palestinos es «necesaria».
Por su parte, el primer ministro palestino, Ahmed Korei, dijo que debe ponerse un freno al ciclo sangriento de asesinatos y ataques contra civiles de ambas partes.
Los funerales de los que murieron en ambos incidentes tienen lugar este viernes en Israel y en Gaza.
Entre tanto, el gobierno israelí impuso el cierre total de Cisjordania y la Franja de Gaza.
El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, ordenó sellar las fronteras entre los territorios israelíes y palestinos, estos últimos ya sujetos a un bloqueo.
Israel había flexibilizado un día antes las restricciones para viajar, para permitir a los peregrinos visitar Belén en Navidad.