Este año, el Micrófono de Cristal, el máximo galardón del concurso de la canción, recayó en el que a priori era el favorito, Alemania, que, hasta la fecha, sólo había ganado en 1982. Israel, recibió el premio de la prensa por la balada en hebreo de Harel Skaat.
La 55 edición de Eurovisión estuvo marcada por la aparición de un espontáneo durante la actuación del representante español, que permaneció escasos segundos en el escenario hasta que fue reducido por el personal de seguridad del festival.
El espontáneo fue identificado como el catalán Jaume Marquet Cuna, conocido como Jimmy Jump y famoso por aparecer en otros acontecimientos europeos, hasta ahora siempre relacionados con el mundo del deporte.
Jimmy Jump subió al escenario y bailó alrededor de Diges y sus acompañantes: una corista, una muñeca de trapo, una bailarina, un soldadito de plomo y un arlequín, hasta que le sacaron de la escena.
Esta circunstancia obligó a Diges a subir de nuevo al escenario tras la actuación de los 25 participantes e interpretar una vez más su ‘Algo pequeñito’ sin ningún tipo de altercado.
El festival estuvo también marcado por algunas ausencias motivadas por la crisis económica mundial, como la Hungría, la República Checa o Andorra, que dejó a España sin los diez puntos habituales que le suele dar.
Sin embargo, volvió a contar con la participación de Georgia, que no pudo asistir a Moscú al ser descalificada por violar los términos de la participación con una canción política.
ALEMANIA, FAVORITA DESDE EL PRINCIPIO.
Azerbaiyán, Dinamarca y Alemania partían como favoritas, aunque el dominio de Alemania fue absoluto desde que comenzaron las puntuaciones. Este año, se mantuvo el sistema mixto ideado el año pasado en el que el voto se computa a medias entre el jurado y el público.
El festival, que arrancó con el solgan ‘Share the moment’ (comparte el momento), comenzó con la actuación del vencedor del año pasado, Alexander Rybak y cerró con la interpretación de la representante alemana.
Este es el resultado de las votaciones: