En declaraciones exclusivas al matutino israelí Haaretz, Yusef dice que Hamas prefiere dejar para «un futuro lejano» un acuerdo de paz con el Estado de Israel, cuya legitimidad no reconoce su movimiento pues se estableció en «Palestina islámica».
«Es posible dejar este asunto (el de un tratado de paz) para generaciones futuras», indica el consejero del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyo presidente, Mahmud Abás, está en cambio decidido a negociar la paz con el Estado hebreo.
«Si llegamos a un acuerdo para un prolongado alto el fuego (hudna), el futuro pondrá en evidencia si Israel quiere vivir en paz con los palestinos», estima Yusef, quien añade: «Nosotros no tenemos previsto reconocer a Israel».
El movimiento Hamás también se niega a respetar los acuerdos suscritos por la ANP con Israel desde los de Oslo, de 1993, una exigencia en la que coinciden el presidente Abás y la coalición internacional para la paz en Oriente Medio, el Cuarteto de Madrid,
integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia.
No obstante, Yusef declara al rotativo israelí que Hamás está dispuesto a permitir que el presidente Abás, líder del movimiento nacionalista Al Fatah, negocie (con Israel) en nombre del Gobierno de Haniye. «Esa es función del presidente», dice.
Tampoco se opone Haniye a que sus ministros mantengan contactos sobre asuntos específicos de sus respectivas carteras con Israel.
Abás y Haniye, quien asumió el poder a finales de marzo pasado, se hallan enfrentados por divergencias desde entonces sobre sus respectivas facultades, y ahora por el «plan de los prisioneros», una propuesta para crear un Estado palestino al lado del de Israel,
en Cisjordania, Gaza y con capital en Jerusalén oriental.
«Una tregua a largo plazo» es hoy lo mejor para los israelíes y los palestinos pues «vosotros conseguiréis la paz en que estáis interesados, y nosotros resolveremos nuestros problemas internos», declara Yusef al rotativo israelí en alusión a los incidentes entre milicianos de Hamas, leales a Haniye, y de Al Fatah, leales a Abás.
En cuanto a un anuncio del brazo armado de Hamas, los Batallones de Azedín al Kasem, que han vuelto a operar después de casi 18 meses de un «período de calma» contra Israel a raíz de la muerte de siete civiles palestinos el viernes pasado en una playa de Gaza, el consejero de Haniye manifiesta que «reanudar los atentados suicidas
no sirve a los intereses del Gobierno palestino».
El presidente Abás y el primer ministro Haniye coincidieron en condenar al Ejército israelí por la muerte de esos civiles.
Según las conclusiones de una investigación militar de ese incidente, difundidas el martes, la explosión en la que perdieron la vida no fue un proyectil de la artillería israelí, como aseguran.
El Gobierno de Hamas, indica Yusef, «está en contra de los ataques a civiles de las dos partes», pero «Israel es el que fomenta los ataques terroristas».
«No esperéis que actuemos como cristianos, si nos pegan en una mejilla, no pondremos la otra», concluye.
Derf