Entre los que viven sumidos en la pobreza se cuentan ‘unos 170.000 que entraron en el país procedentes de antiguas repúblicas soviéticas en los últimos 10 años, y cuya edad en el momento de su llegada era de más de 65 años’, declaró Zeev Factor, director de la Fundación para el Bienestar de los Supervivientes del Holocausto.
‘Estas personas viven con menos de 400 dólares al mes, son extremadamente mayores y muchos de ellos viven en precarias condiciones de salud’, agregó Factor, quien se lamentó de que su fundación no cuenta con los necesarios recursos económicos para ayudar a los necesitados.
Esta organización ha financiado en el último año varios programas de asistencia a los supervivientes de la barbarie nazi, entre ellos se incluyen proyectos para proveer de enfermeros y asistencia médica a ancianos enfermos.
Los sobrevivientes que llegaron a Israel después de la Segunda Guerra Mundial reciben pensiones mensuales de diferentes organismos, entre ellos de los Gobiernos de Alemania, Austria o Suiza, así como del Estado de Israel y organizaciones judías internacionales.
Sin embargo, los procedentes de Europa del Este no cuentan con estos recursos, ‘no reciben ninguna pensión ni de Alemania ni de las autoridades israelíes’, se lamentó Factor.
La comisión parlamentaria de asuntos relacionados con el Holocausto ha destinado 40 millones de dólares para financiar asistencia a los supervivientes para el año que viene, aunque según Factor, esta cifra no es suficiente para garantizar el bienestar de los afectados.