El paso de un acuerdo interino de largo plazo a un acuerdo permanente sólo puede dejarse guiar por los cambios que tengan lugar en las relaciones palestino israelíes y no por un cronograma rígido.
Para lograr una paz duradera, debe existir una esfera de acción regional para la diplomacia. En la Guerra de los Seis Días, Israel enfrentó a una coalición de estados árabes. Es lógico que Israel no pueda lograr una paz permanente con los palestinos solamente. Israel necesita la paz con todo el mundo árabe. Es por esta razón que Israel propuso una conferencia de paz regional con estados árabes del mismo parecer de Oriente Medio, que rechazan el terrorismo e intentan aumentar la estabilidad regional. La idea de la conferencia está basada en el principio de que la erradicación del terrorismo preparará el marco para la paz y no a la inversa.
Hace poco más de una década, la victoria estadounidense en la guerra del golfo Pérsico fijó las condiciones necesarias para la convocatoria de la conferencia de paz de Madrid. Se probó entonces que la seguridad es el prerequisito para la paz. De manera similar, una victoria en la guerra sobre el terrorismo hoy ofrecerá una nueva base diplomática para una paz duradera en Oriente Medio
(…)A pesar de esta situación, existe un camino hacia adelante. En primer lugar, Israel debe derrotar al terrorismo. No puede negociar bajo las balas. Israel hizo en el pasado dolorosas concesiones por la paz y dará muestras de flexibilidad diplomática para volver a hacer la paz pero lo más importante es que consiga primero a un socio confiable para la paz.
En 1977, cuando el presidente egipcio Anuar Sadat, viajó a Jerusalén, dijo al pueblo israelí que en adelante ya no habría más guerras. Desde ese momento, la amenaza de violencia desapareció de la relación egipcio israelí mientras ambos negociaban su Tratado de Paz 1979. El rey Hussein de Jordania siguió el mismo patrón en 1994. Este compromiso fundamental de renunciar de forma permanente a la violencia para resolver diferencias políticas no fue respetado, lamentablemente, por la actual conducción palestina.
Cuando Israel y los palestinos vuelvan eventualmente a embarcarse en negociaciones, la diplomacia tendrá que basarse en el realismo. La carrera para un acuerdo de Camp David con status permanente y las conversaciones de Taba (Egipto) de enero de 2001 fracasaron porque las brechas entre las partes eran demasiado grandes. La única opción seria para un acuerdo negociado exitoso es alguna que se base en un acuerdo interino de largo plazo que haga a un lado y deje para el futuro a aquellos temas que no pueden solucionarse en estos momentos.Fte Clarin
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