Itongadol/AJN.- Los lazos entre Ankara y Washington corren el riesgo seguir deteriorándose si Turquía se opone a las sanciones estadounidenses.
La decisión del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de seguir comprando gas natural iraní a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos se convertirá en otro punto de conflicto importante entre Washington y Ankara, según analistas especializados.
Los comentarios de Erdogan ocurrieron tras una entrevista con la agencia de noticias Reuters después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmara que los países podrían "enfrentar graves consecuencias" si no cumplen con las sanciones financieras estadounidenses.
Un primer lote de sanciones de Estados Unidos contra Irán fue reimpuesto en agosto, y el siguiente será dirigido a los cruciales sectores de energía y transporte de la República Islámica que serán implementados en noviembre.
"Tenemos que ser realistas. ¿Se supone que debo dejar que la gente se congele en invierno? Nadie debería ofenderse. ¿Cómo puedo calentar las casas de mi pueblo si dejamos de comprar gas natural de Irán?", Preguntó Erdogan.
Turquía depende casi por completo de fuentes externas de gas y petróleo ya que no tiene casi ninguna reserva propia.
Comprar productos iraníes es relativamente barato para Turquía, porque ambas naciones comparten una frontera. Como tal, cortar la importación iraní obligaría a Ankara a buscar otros gobiernos más distantes para cumplir con sus requisitos de combustible.
"Es lógico que Turquía [continúe comprando gas iraní]", mencionó Timur Kuran, profesor de economía y ciencias políticas de la Universidad de Duke.