Itongadol.- El vicepresidente del Seminario Rabínico Latinoamericano "Marshall T. Meyer", Claudio Pszemiarower (foto), será candidato a secretario general en la lista que postulará a Jorge Knoblovits como futuro titular de la DAIA y dialogó con Itongadol sobre el proceso electoral que culminará en noviembre.
En su despacho de abogado, lleno de libros de derecho, pero también del mundo macabeo y de historia argentina desde los puntos de vista rosista, anarquista, liberal y socialista, además de las obras completas de Scholem Aleijem, se niega a descartar la posibilidad de una conducción consensuada.
– Soy miembro de Seminario Rabínico desde hace muchos años; de hecho, soy su vicepresidente desde hace tres, y antes fui secretario. O sea que mi militancia en el movimiento Masortí viene de larga data. La lista de Jorge Knoblovits, en la cual nos invitó a participar, se formó con un concepto pluralista, que abarca a todas las corrientes, pero también a todas las personas que tengan antecedentes prolijos y no sean detestables. El conflicto para una lista de unidad surgió cuando apareció el nombre de una persona que no era "votable" para ninguno de nosotros y no fue aceptado. El BUR (Bloque Unido Religioso, ortodoxo) planteó otra lista porque la quería sí o sí. En una actitud respetable, (el ex titular de la AMIA Guillermo) Borger, (candidato a) vicepresidente 1°, quien tampoco aceptaba a esa persona, decidió "bajarse" y no participar en ninguna.
– ¡Qué lío que se armó…!
– No se armó un lío para nosotros, sino para el BUR, y para él en forma personal. Rompieron la unidad en esta DAIA que viene alicaída o poco respetable en función de los hechos conocidos. La lista de Knoblovits viene a cambiar un poco las caras viejas y a poner una imagen que no esté atada a viejas costumbres de la DAIA.
– ¿La exigencia del BUR fue planteada para romper o porque realmente estaban convencidos de que era la persona indicada?
– Si uno mira la lista del BUR, esa persona no está; entonces, es cuestión de sacar las conclusiones…
– Esa lista de unidad empezó a hacer ruido cuando Knoblovits convocó a algunas personas que molestaron al BUR; es decir, ambas partes torcieron esa posibilidad…
– Realmente desconozco si había gente de nuestra lista que molestaba al BUR. Algunos se fueron a la otra; concretamente, fue el caso de Avodá.
– Entonces están planteando una renovación de caras para el cambio que necesita el brazo político de la comunidad judía…
– Creo que en estos últimos tres años la DAIA estuvo enfocada en temas que no son necesariamente de la comunidad judía; por ejemplo, cursos en las provincias o relaciones con potencias extranjeras. La entidad tiene una misión en la Argentina: defender a la comunidad y enfocarse en los hechos de antisemitismo o la inmigración desde países que no nos pueden beneficiar, no hacer relaciones internacionales…
– Knoblovits siempre ha buscado apoyo internacional, ¿la diferencia es con qué países la DAIA tiene relación?
– La DAIA tiene relaciones que son convenientes, que las tuvo históricamente. No me refiero a Israel u otras potencias con las que siempre trabajamos mancomunadamente, sino a países con los cuales nada tenemos que ver.
– ¿Es irrecuperable la tensión que se generó entre ambas partes?
– Creo que no es irrecuperable. Como la persona en cuestión ahora no está en la lista del BUR, si éste retrotrae sus pasos a lo que era hace unos 20 ó 30 días, ¿para qué ir divididos? Quizá quieren demostrar que hay un poder, o una necesidad de estar solos… Nuestra disposición para estar juntos sigue vigente.
– En el BUR hacen un planteo distinto al de la AMIA y hablan de la necesidad de ser muy amplios en el espectro político para lograr una DAIA a la altura de lo que necesita la comunidad…
– Nosotros queremos una DAIA abierta, inclusiva, donde no se discrimine a hombres y mujeres, ni de acuerdo a si sos liberal, reformista o conservador, porque creemos que la mayoría del pueblo judeoargentino no pertenece a alguna creencia o línea firme. Creo que la DAIA tiene que ser un lugar donde todos tengan lugar y las rabinas puedan entrar, predicar y no se las discrimine. De hecho, en nuestra lista hay mujeres, que no son figurativas, sino que trabajan ciertamente en la campaña. No sé si las otras tienen…
– ¿Cómo está compuesto vuestro espacio?
– Ante todo, lo están compartiendo el movimiento Masortí, las sociodeportivas y algunas escuelas. Nos apoyan aquellos que tienen mentalidad pluralista y abierta y no quieren que se repita lo que está en la AMIA. Nosotros a nadie excluimos, ni a la ortodoxia; somos inclusivos. Si el BUR nos llama, nos juntaríamos de vuelta. Nos gustaría que la unión se vuelva a plasmar, como hasta hace 20 días. Sería ideal porque atentos a la compleja situación que nos dejó el antiguo presidente, sería lo único que podría demostrar para el afuera que la comunidad judía está unidad, y que alguno gane por dos votos no demuestra eso.
– ¿Qué plantean para la futura DAIA, más allá de la pluralidad?
– La DAIA tiene que reposicionarse como la representación de todas las instituciones judeoargentinas del país. Debe luchar contra la discriminación y el antisemitismo, como lo hizo históricamente, y ayudar a cuidar que no ingresen personas que puedan perjudicar nuestra convivencia pacífica. Básicamente eso, amén de todo lo que necesita la comunidad en cuanto a apoyo intelectual.